La Habana, 9 dic (PL) El 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano presenta en esta capital una oferta amplia y tentadora en su primera jornada de competencia luego de una amorosa gala inaugural.
Una de las protagonistas del largometraje brasileño O filme da minha vida (La película de mi vida), Bruna Linzmeyer, advirtió ante la proyección de la obra en el Teatro Karl Marx que trataba sobre el amor y había sido hecha con mucho de ese sentimiento.
Tal afirmación se respira a lo largo de la película de Selton Mello, quien encarna a uno de los personajes de la trama basada en el libro Un padre de cine, del escritor chileno Antonio Skármeta.
La pieza relata un drama familiar y en particular la relación entre un padre y un hijo que luego de una infancia feliz sufre la partida misteriosa del progenitor.
El largometraje desplaza al espectador al sur de Brasil, en la década de 1960, con una fotografía de éxtasis que respalda convincentemente el romanticismo del joven Tony Terranova, interpretado por Johnny Massaro.
La banda sonora del filme emplea al embajador de la canción francesa, Charles Aznavour, en más de una ocasión para inducir el contraste entre amor y nostalgia, al tiempo que suma reliquias musicales del brasileño Plinio Profeta, entre otros autores.
Un elemento resulta clave en la pieza: el tren que traslada a las personas entre un pueblo rural y una pequeña ciudad, conducido por un viejo maquinista satisfecho con su labor porque, según dice, lleva a la gente para resolver cosas.
Otro detalle singular es el de la antigua sala de cine, vista como espacio de socialización y medio de entregarse a los sueños, transportarse a sitios idílicos.