Santiago de Cuba, 11 ene (acn).-Una escultura de Paul McCartney, exintegrante del célebre cuarteto Los Beatles, será develada el próximo sábado en el restaurante El Morro, de Santiago de Cuba, visitado por el músico con su familia, el 14 de enero del 2000.
   
Hace casi 18 años, escogió esa instalación para almorzar con sus dos hijos mayores ya que, al parecer, traía buenas referencias del lugar por la calidad de los servicios y la impresionante vista al mar Caribe y a la Sierra Maestra.
 
Mariano Frómeta Estivens, autor de la obra e hijo del prestigioso escultor Luis Mariano Frómeta, ya fallecido, dijo en exclusiva que la técnica utilizada es la marmolina con una imitación al bronce.
 
Realizada en su taller, en la comunidad artística El Oasis, está hecha a la estatura normal, de cuerpo completo y sentado, acotó.
 
Madelín Oliva, administradora del restaurante, manifestó a la ACN que se ubicará a un costado de la mesa escogida por McCartney, en la línea más cercana al litoral, desde donde se aprecia la llegada y salida de aviones del aeropuerto Antonio Maceo y de embarcaciones por la entrada del canal de la bahía.
 
Muy visitado por los clientes que gustan de la comida criolla, el centro mantiene entre sus atractivos el mobiliario, platos y cubiertos utilizados por la familia McCartney, los últimos resguardados en una urna.
 
Reina Reyes, dependienta gastronómica que atendió a los distinguidos comensales, y Santiago Téllez, cocinero, recuerdan el pedido de tortillas y vegetales, cóctel Piña Delicias, cerveza Mayabe y helado de chocolate.
 
Al marcharse, escribió en la servilleta: "Muy bueno, volveré", por eso sus trabajadores están esperanzados en un regreso, de forma inesperada, como la primera vez.
 
El restaurante fue seleccionado por tres años consecutivos Colectivo Líder de la calidad.
 
Su nombre lo debe al cercano Castillo del Morro San Pedro de la Roca, visitado en esa ocasión por el músico inglés.
 
Ese día estuvo, además, en la Casa de la Trova Pepe Sánchez, donde disfrutó en primera fila de descargas de música tradicional en la céntrica institución, en la calle Heredia.
 
Sus dotes de buen artista los demostró con el toque de las claves, cuando alguien intentó indicarle su manejo.
 
McCartney adquirió varios CD de música cubana; entre esos, del santiaguero Eliades Ochoa, ganador de un premio Grammy.