Washington, 1 jun (RHC) Cuatro décadas después de que el Ballet Nacional de Cuba (BNC) debutara exitosamente en Estados Unidos con Giselle, una nueva generación de bailarines se gana en Washington muchas alabanzas gracias a ese clásico.
Si el 30 de mayo de 1978 fue Alicia Alonso, directora de la reconocida compañía, la que encarnó al personaje en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de Washington DC,la víspera correspondió a Sadaise Arencibia, primera bailarina del conjunto, protagonizar esa pieza en el mismo lugar.
El reto para Arencibia era grande, como expresó la propia artista a Prensa Latina, por tratarse de un ballet en el cual 'Alicia es un icono'.
La primera bailarina se transformó en una presencia delicada y etérea sobre el escenario de la Casa de la Ópera del espacio cultural, al combinar técnica y actuación para transmitir, primero, la felicidad y la inocencia, y luego, el tormento y la pasión de uno de los roles más conocidos de la danza universal.
A su lado, Raúl Abreu fue un Albretch muy convincente, que combinó gallardía e histrionismo en cada uno de sus movimientos.
Las presentaciones del BNC en el Centro Kennedy forman parte del festival Artes de Cuba: de la isla al mundo, que se inauguró el 8 de mayo y concluirá el próximo domingo con la última de cinco funciones de Giselle. (Fuente: PL)