Gibara, 9 jul (RHC) Pasada la media noche y tras el último acorde interpretado por el popular músico argentino Fito Páez se despidió oficialmente en esta ciudad costera del oriente cubano la XIV edición del Festival Internacional de Cine de Gibara.
Temas como Giro, Cable a tierra, Un vestido y un amor , 11 y seis, Yo vengo a ofrecer mi corazón y Al lado del camino deleitaron al público que no dejó de tararear las melodías del artista, quien participó por primera vez en este certamen cinematográfico, reseña la ACN.
Dedicado a la niñez y la adolescencia el evento sesionó en la Villa Blanca de los cangrejos desde el pasado día primero en un encuentro que reunió a actores, realizadores, músicos, bailarines y artistas plásticos de diversas partes del mundo.
Por segunda ocasión desde su instauración oficial en 2017 se entregaron los premios Lucía, galardón que reconoce toda una vida dedicada al séptimo arte, al cineasta Enrique Pineda Barnet y a los actores Mirtha Ibarra y Salvador Wood.
En competencia, razón de ser de este evento, concursaron más de 40 obras agrupadas en las categorías de largometrajes, cortos de ficción, documentales, animación y video-arte, las cuales se proyectaron cada día desde el Cine Jibá.
Para la difícil deliberación dado en la calidad de las propuestas para el jurado que preside Félix Viscarret, multipremiado actor y director español, lo acompañaron además su coterráneo el escritor y ensayista Pablo Barrios, el actor mexicano Damián Bichir, el compositor y productor musical argentino Osvaldo Montes y de Cuba el guionista y director Arturo Sotto.
Los aplausos fueron para el largometraje de ficción Los modernos, de la realizadora uruguaya Marcela Matta, y el corto La suerte del salao, de los colombianos Felipe Holguìn y Diego Cañizal.
El filme “Paso a paso” de Antoine Monod, Grand Corps Malade y Mehdi Idir de Francia se llevó los lauros a mejor dirección, estilo visual y concepción cinematográfica.
A estos reconocimientos se sumó un galardón especial para Casting, de Nicolas Wackerbarth, de Alemania, y en el apartado de cine en construcción el documental “Òrgano al ritmo de sol molìo” de Rosa María Rodríguez Pupo.
El connotado actor puertorriqueño Benicio del Toro volvió a caminar por las calles de Gibara como muestra de la confianza y compromiso que siente con un proyecto que crece cada año y por consiguiente en el que todos quieren participar, según las palabras de Jorge Perugorría.
Del Toro llegó esta vez con el propósito de presentar la película Miedo y asco en Las Vegas, la cual protagonizó junto a Johnny Deep bajo la dirección de Terry Gilliam y que en este 2018 arribó a sus 20 años.
La pluralidad que distingue al festival por la coexistencia armónica que logra a través de las diversas manifestaciones artísticas es al decir de Benicio, uno de los principales distintivos del festival gibareño que lo particulariza del resto del mundo.
Fue así como las puestas en escena La Cita, dirigida por Osvaldo Doimeadios y con la participación de Andrea Doimeadios y Venecia Feria, así como el estreno de Humo, escrita por el joven dramaturgo Yunior García y protagonizada por Félix Beatón y René de la Cruz, atraparon la atención del público.
Las artes danzarías en la piel de los bailarines de la Compañía Codanza que dirige la maestra Maricel Godoy acompañaron a cantantes y proyectos musicales como Osvaldo Montes en su homenaje a la banda sonora del Lado oscuro del corazón y el lanzamiento del disco de la agrupación Nube Roja.
Cada madrugada hizo vibrar a los amantes de la música electrónica, mientras que populares exponentes de la música cubana como el cantautor Silvio Rodríguez, Kelvis Ochoa, Pancho Céspedes, Síntesis y Haydée Milanés regalaron su arte todas las noches en la Plaza Da Silva.
Los paneles teóricos reflexionaron sobre temas relacionados con la distribución de las producciones cinematográficas hoy, la necesidad de conservar el patrimonio audiovisual cubano y los estudios de género en las propuestas documentales para los niños y adolescentes.
Para los más pequeños de casa también hubo múltiples actividades con diversos espectáculos de danza y teatro infantil, los cuales se desarrollaron en varias comunidades entre ellas las de Pueblo Nuevo, los Caneyes, y el Jijón.
Al respecto, el actor y presidente del festival, Jorge Perugorría, insistió en que la mejor forma que tienen los gibareños de defender este encuentro es asistiendo a las salas de cine, disfrutando en familia del séptimo arte, solo así se podrá tener el crecimiento y continuidad que todos los organizadores quieren que tenga.
“Luces, Gibara, ¡acción!” fue el lema que distinguió en 2018 al Festival Internacional de Cine de Gibara y mientras toda Cuba espera por una nueva edición donde se volverá a respirar arte desde cada una de las esquinas, por ahora un sutil “¡Corten!” cierra la claqueta de su edición 14.
(ACN)