La Habana, 19 mar (RHC) Una exposición de discos de vinilo del dúo cubano Los Compadres, cultivador por excelencia del género trovadoresco, puso este martes la novedad en el LVII Festival Pepe Sánchez en Santiago de Cuba, que en su tercera jornada recordó el nacimiento del sastre-compositor.
En la Casa Dranguet, Centro de Interpretación y Divulgación del Patrimonio Cultural Cafetalero, perteneciente a la Oficina del Conservador de la Ciudad, quedó abierta la muestra, la cuarta patrimonial de su tipo, bajo el nombre Hay compadres para rato, en alusión a un tema del antológico dueto.
Los fonogramas evocan la etapa inicial, cuando Lorenzo Hierrezuelo cantaba junto a María Teresa Vera, la voz inconfundible de Veinte años, una pieza de culto de la música cubana, y la segunda, al juntarse con Francisco Repilado, más tarde conocido como Compay Segundo, y adoptar el apelativo que los inmortalizó.
El tercer capítulo de Los Compadres se enmarcó posteriormente a partir de la incorporación de Reynaldo, el hermano de Lorenzo, cuando prosiguieron una senda de triunfos que llevó los ritmos tradicionales cubanos por el mundo y sólo se interrumpió con el fallecimiento de su fundador.
En esa lista exitosa de galardones y otros reconocimientos se puede incluir el primer premio Grammy latino obtenido por el Septeto Santiaguero, en el 2015, justamente con la producción discográfica No quiero llanto-Tributo a los Compadres.
Al cumplirse los 163 años del nacimiento de José Pepe Sánchez, los participantes en el evento le rindieron homenaje en el Sendero de los Trovadores del cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, tras el tributo a los padres fundadores de la Patria.
Sánchez irrumpió en el panorama sonoro cubano en 1883 con su obra Tristezas, considerada el primer bolero y renovadora de la composición musical de la época con sus dos estrofas con 16 compases cada una que lo convirtieron en Maestro de los cantadores santiagueros.
En la continuación del más antiguo Festival de la música en el país tuvo lugar la reverencia a Aracelys Romero y Alejandro Almenares, dos íconos de la canción trovadoresca en la ciudad donde surgió el género al que ellos han dedicado prácticamente sus vidas por varias décadas.
También continuó el encuentro teórico, nombrado Lino Betancourt desde esta edición como reconocimiento al periodista que al fallecer recientemente era uno de los principales conocedores de la trova en Cuba. (Fuente: PL).