La Habana, 11 nov (RHC) Este domingo se realizó el sepelio de la destacada cantante Mayra Caridad Valdés, quien falleció a los 63 años de edad. Con su deceso pierde la música cubana una de sus mejores intérpretes.
Hermana del descollante músico Chucho Valdés e hija del célebre pianista Bebo Valdés y Pilar Rodríguez, la vocalista defendió la música cubana en diversos escenarios del mundo interpretando variados géneros y formó parte activa de las presentaciones de Chucho.
Graduada de Música Coral en la Escuela Nacional de Arte, fue descubierta por Harry Belafonte en 1981, quien hizo que lo acompañara en numerosas giras realizadas por el cantante norteamericano en la isla y en el exterior. Fue la voz del cabaré Tropicana durante los años 90 y se quedó finalmente en Irakere como parte de la banda.
Entre sus inolvidables interpretaciones está Drume Negrita, de Eliseo Grenet Sánchez. Su debut como solista fue con el disco La Diosa del Mar (2002), acompañada de los músicos de Irakere. Una vez escuchado este trabajo discográfico, se habla de la versatilidad, la limpia técnica vocal y la capacidad para la improvisación, que la convierte en un referente dentro de la isla. Fue nominado a mejor disco de jazz latino y grabación.
A esta entrega la sigue el disco Obatalá, estoy aquí. Producido y dirigido por Chucho se centra en la búsqueda de una amplia gama de temas y géneros aprovechando la versatilidad de la cantante. Aquí jugó la vocalista con standars del jazz como On Green Dolphin Street, o el Mambo Influenciado y Maculele, del propio Chucho. En este fonograma se destaca la capacidad de improvisación de la artista mientras recorre con la voz registros, similares a la armonía de los instrumentos, así como con la polirritmia de la percusión cubana.
Este disco, en el que se percibe el extraordinario talento de ambos hermanos, obtuvo dos nominaciones en el Cubadisco 2008: una en Fusión y la otra como mejor artista vocal instrumental.