Danza Contemporánea de Cuba (DCC) celebra hoy 61 años de fundada. Foto: Prensa Latina.
La Habana, 25 sep (RHC) Danza Contemporánea de Cuba (DCC) celebra este viernes 61 años de fundada con la certeza de continuar desarrollando el legado de su creador, Ramiro Guerra.
A diferencia de otros años, la compañía no pudo festejar el aniversario en un teatro, debido a la pandemia de la Covid-19 que hace meses frenó los planes de la compañía dirigida por el Premio Nacional de Danza 2018, Miguel Iglesias.
Sin embargo, bailarines de disímiles generaciones comparten en redes sociales fragmentos de coreografías, entrenamientos y reflexiones sobre cuánto les aportó trabajar con una de los conjuntos más transgresores de la escena danzaria cubana.
Un comunicado de DCC recuerda que antes de la pandemia, la compañía preparaba el estreno de Páramo, una coreografía de la artista cubana Laura Domingo, que se inspira en la novela Pedro Páramo, del escritor mexicano Juan Rulfo.
Más de 300 creaciones de coreógrafos cubanos, británicos, franceses, españoles, alemanes y otros, validan un estilo ecléctico que nace de la técnica cubana de la danza moderna y se ha complementado durante seis décadas con lo mejor y más actualizado de las técnicas contemporáneas.
DCC tiene una amplia proyección internacional gracias a proyectos de colaboración con renombrados coreógrafos extranjeros como Jan Linkens, Kenneth Kuanstrom, Luca Bruni, Rafael Bonachela, Carlos Acosta, Annabelle López Ochoa, Samir Akika, Fleur Darkin y Mats Ek.
Además, la compañía ha sido un laboratorio creativo para reconocidos coreógrafos nativos como Rosario Cárdenas, Marianela Boán, Neris Fernández, George Céspedes, Julio César Iglesias, Osnel Delgado, Miguel Altunaga y Norge Cedeño, entre varios que la han aprovechado como una escuela.
Según el comunicado, en 2020 deben festejarse los aniversarios de clásicos de su repertorio como Mambí, El milagro de Anaquillé, Auto Sacramental y Suite Yoruba, de Ramiro Guerra; Concerto Gross y Ritual Primitivo, de Lorna Burdsall; y Estudio de las Aguas y La vida de la abeja, de Doris Humphrey.
Audiencias y críticos de los más disimiles países se han rendido al particular estilo danzario de la compañía cubana en teatros como el Auditorio Nacional de México, el New York City Center, el Teatro Real de Madrid, el Sadler's Wells de Londres, la Opera Garnier de Montecarlo y el Teatro Stanivslaski de Moscú, por solo mencionar algunos. (Fuente: Prensa Latina)