Imágen: Internet.
A la artista italiana Giulia Bernardelli además de cafeína, esta bebida le aporta la dosis de creatividad que necesita para desenvolver su pasión por la pintura.
Sus espectaculares diseños abarcan desde espectaculares panorámicas de ciudades europeas como Barcelona, Milán o Londres hasta detalladas reproducciones de obras maestras de la historia del arte como la cúpula de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel o Desayuno sobre la hierba de Édouard Manet.
Foto: Giulia Bernardelli
Curiosamente, su aventura en el arte del café comenzó de pura casualidad. Un día estaba disfrutando de una taza de café mientras intentaba empezar un nuevo cuadro. Acabó derramando el café sobre el lienzo por accidente, y nació una idea. En lugar de limpiar el café del lienzo, empezó a utilizar su cuchara como pincel y se dio cuenta de que la bebida funcionaba extraordinariamente bien como pintura.
Bernardelli siguió derramando café sobre el lienzo, pero esta vez a propósito. Esto dio lugar a la creación de impresionantes cuadros que se convirtieron en su tarjeta de visita. Otro aspecto singular de su proceso creativo es que nunca planifica su próxima obra. En su lugar, deja que las salpicaduras de café decidan por ella.
Foto: Giulia Bernardelli
Foto: Giulia Bernardelli
Foto: Giulia Bernardelli
Foto: Giulia Bernardelli
Foto: Giulia Bernardelli
(Tomado de Cultura Inquieta)