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La Habana, 11 feb (RHC) La universidad tiene que estar conectada a la vida, con los problemas sociales y ser efectiva ante ellos, más allá de las teorías académicas, expresó este viernes Frei Betto, educador popular brasileño, amigo de Cuba.

El reconocido intelectual afirmó en Universidad 2022 que las academias deben ser centros de investigación sostenibles e inclusivos.

Dijo que la tradición universitaria en Cuba ha estado marcada, desde antes de 1959, por su profundo compromiso, pues las casas de altos estudios han dado figuras de la talla de José Martí, Félix Varela, Rubén Martínez Villena, Julio Antonio Mella y el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz.

A diferencia de los países capitalistas, en la nación antillana formar mano de obra altamente cualificada no es el único objetivo de la educación superior, sino que sus centros se sienten identificados con la subjetividad humana: los valores, la moral y los principios de la ética.

Para el teólogo, los desafíos de la enseñanza en el contexto de transición al mundo post pandemia son las redes digitales y la propia COVID-19, por lo que urge repensar los procesos educativos.

La ciencia sabía que ocurriría la aparición de una enfermedad respiratoria, los gobiernos conocían de esas teorías que nacieron de investigaciones universitarias, pero no se gastó el dinero suficiente en camas hospitalarias, ni unidades de cuidados intensivos; no hubo voluntad política pese a que la tragedia podía ser evitable, subrayó.

En relación con las redes digitales, aseveró que urge aprovechar los beneficios de las mismas a la hora de establecer criterios solidarios y altruistas, y emplearlas en la formación universitaria de los docentes.

Asimismo, el educador popular señaló que en el contexto de la pandemia es necesario pensar una nueva didáctica, debido a la casi obligatoriedad de seguir empleando modelos de enseñanza que combinan la presencialidad y la virtualidad.

El también asesor del Gobierno cubano para el diseño e implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (Plan SAN), apuntó que ese programa, que busca fomentar los sistemas agroalimentarios locales, tiene igual trascendencia que la campaña de Alfabetización que movilizó a todo a Cuba al inicio de la Revolución.

Reconoció que por año, el país caribeño destina más de dos mil millones de dólares a la importación de alimentos, de ahí la necesidad de lograr la reducción drástica de dichos niveles.

Comentó que el Plan incluye el fomento de la cultura nutricional en la población y la aplicación de la ciencia y tecnología no académica, de los saberes de aquellos que trabajan la tierra.

Universidad 2022 culminó este viernes luego de reunir durante cinco jornadas más de mil 800 participantes, en las modalidades presencial y virtual.

(Fuente: ACN).