Foto: CubaSi.
Ciudad de Panamá, 19 ene (RHC) La llamada “Dama del jazz en Panamá”, Idania Dowman, asoció este jueves a Cuba con el fomento de ritmos locales como la tamborera, lo cual habla de los estrechos nexos históricos y culturales entre ambos países.
Al término de una de las clases magistrales de la 20 edición del Panamá Jazz Festival (JFP), la cantante afropanameña explicó a Prensa Latina la necesidad de documentar para la historia intérpretes femeninas como Silvia de Grasse (1921-1978).
«Ella es considerada la reina de la tamborera, que no es más que un ritmo nacido de la fusión con el son cubano y que tuvo auge entre las décadas de 1950 y 1960».
Otros nombres como Anita Villalaz, Catalina Carrasco (Catita de Panamá), Lucy Jaén y Marta Estela Paredes, también integran ese altar de estrellas, dijo, sobre todo esta última que creó el Trío Istmeño, uno de cuyos integrantes era el cubano Waldo Díaz.
Asimismo alabó a mujeres cantantes locales como Solinka que ganó un Premio OTI en 1980; Delia Arias, quien además de compositora interpretó letras de autores como el caribeño José Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo; o Nelly Barreto, conocida como la dama de la salsa y sus antológicas presentaciones junto a la cubana Celia Cruz.
Las jazzistas Betty Williamson, Enid Lowe, Violeta Green y Bárbara Wilson, de quien se considera es continuidad, fueron otros nombres mencionados por Dowman entre decenas de ejemplos en una peculiar comparecencia en la que llamó a los jóvenes músicos a rescatar del olvido el patrimonio cultural de la nación.
Sobre el mismo tema, el principal promotor del JFP, el pianista, Danilo Pérez, estimó que al hablar de jazz es común que venga a la memoria ciudades de Estados Unidos como Nueva Orleans, Kansas City o San Luis. Todas referentes en el desarrollo del género, pero no las únicas.
Panamá también tuvo un rol en la construcción de este movimiento cultural, cuyas raíces llegan hasta África y pasan obligatoriamente por el Caribe.
“Está documentado que la orquesta con que Louis Armstrong se hizo famoso, en realidad es la orquesta de Luis Russell”, explicó.
Incluso la orquesta del panameño terminó siendo la que luego dirigiría Armstrong y lo haría mundialmente conocido, agregó.
El también jazzista y tres veces ganador del premio Grammy, remarcó que investigaciones evidencian una línea clara que no solo vincula al género con el istmo, sino también deja ver que el país ha dado importantes aportes.
Además enfatizó en que a pesar de que algunos consideran el jazz de “elitista”, sus orígenes lo ubican en las calles de los barrios populares e instó a dar mayor protagonismo a las mujeres.
La víspera, el fuente del JFP fue el convierto del Children Of The Ligth Triom conformado por Pérez, además del contrabajista John Patitucci y el baterista Brian Blade (Estados Unidos) y como invitada especial Erika Ender(Panamá).
Pérez destacó el interés que han despertado en el público los eventos del JFP desde la primera versión en 2003, cuando asistieron unas ocho mil personas a las 30 mil que lo hicieron en la edición 17, en 2020, la última de manera presencial antes de la llegada de la Covid-19.
Pero ni siquiera en medio de la pandemia se dejó de realizar estos festivales anuales, y estuvimos dos años (2021 y 2022) de manera virtual intercambiando buen jazz y saberes, precisó.
Adelantó que en esta 20 edición sobresalen recitales como el de mañana del pianista y compositor cubano Jesús (Chucho) Valdés; además de la estadounidense Catherine Russell, hija del panameño, pionero del género.
También mencionó al puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, cuyo concierto en la Ciudad del Saber clausurará el festival el sábado venidero.
El fundador de esta fiesta jazzística en Panamá también instó a elevar la presencia de este tipo de música y poder llevarla a todos los rincones del istmo. (Fuente: Prensa Latina).