Exposición pictórica “La memoria de los borrados”. Imagen: ACN
La Habana, 9 junio (RHC) La exposición pictórica “La memoria de los borrados” se inauguró la víspera en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) con obras del pintor y dibujante cubano Servando Cabrera Moreno (1923-1981), con motivo del centenario del artista.
La muestra, que alude a la pintura homónima de Cabrera Moreno de 1977, contiene piezas de diversos formatos y técnicas donde sobresalen el óleo sobre tela, la tinta y el dibujo, pertenecientes a instituciones como el propio MNBA, el Museo Biblioteca “Servando Cabrera Moreno” y la Fundación Los Carbonell que atesora la colección privada más grande del artista.
Durante la inauguración Rafael Acosta de Arriba, escritor y crítico de arte, expresó que la mejor manera en que el Museo Nacional de Bellas Artes puede celebrar el aniversario 110 de su fundación es con la exhibición de Servando que desde este jueves abre sus puertas al público.
Servando Cabrera fue, es y será uno de los más grandes artistas de la plástica cubana, cuyo andar apenas comienza a pesar de las investigaciones que sobre su trayectoria existen, aseguró.
Acotó que estamos ante un pintor que permutó constantemente de movimiento, pues pasó del acadecimismo ortodoxo a la abstracción, luego plasmó en sus cuadros la épica que significó la Revolución cubana de manera magistral hasta llegar al neoexpresionismo y al erotismo que caracterizó a sus obras en los últimos 15 años de vida.
De la etapa erótica, Acosta de Arriba afirmó que la entendió cabalmente porque fue más allá de pintar órganos genitales para penetrar en la esencia de las sensaciones humanas, donde la violencia del sexo se tamiza con lirismo y poesía.
Recordó como en 1971 Cabrera Moreno fue víctima de la censura, cuando en las propias instalaciones del MNBA se desmontó una exposición suya, error que no se reparó hasta 1983 cuando ya el artista había fallecido.
El escritor y crítico destacó sus dotes como profesor que siempre se ganó el afecto y el respeto de sus alumnos, quienes en medio de sus momentos más difíciles no dejaron de visitarlo para intercambiar enseñanzas con él.
“La memoria de los borrados” es, al decir de Acosta de Arriba, una exposición con una curaduría admirable a cargo de Rosmery Rodríguez y Teresa Toranzo, y con una museografía amable, atractiva que consigue rendir tributo a una figura clave de la pintura cubana en su centenario.
Jorge Fernández Torres, director del MNBA, aseveró que Servando merece un homenaje como el que se realizó este jueves porque sigue siendo un creador con un aura y un punto cenital en la historia del arte cubano, que desarrolló una colosal obra desde el sufrimiento, la risa y la intensidad de su vida y su tiempo. Fue un hombre de la cultura, virtud que supo trasladar a su poesía pictórica sin ningún tipo de miedo a defender su condición de homosexual por encima de todas las cosas, apuntó.
En “La memoria de los borrados” figuran piezas como “Retrato de la madre” (1960); “Milicianos” y “Rebeldes en la Sierra”, ambas de 1961; “Homenaje a la soledad” (1970) e “¡Y Sevilla!” (1974), entre otras.
Las actividades por los 100 años del natalicio de Servando Cabrera Moreno han incluido, además, conferencias magistrales, la exposición colectiva “Paisaje para el próximo siglo” y este viernes se estrenará el documental “La hora azul”, del realizador cubano Claudio Peláez Sordo, y se presentará el libro homónimo. (Fuente:ACN)