Foto: Prensa Latina
La Habana, 12 dic (RHC) El documental “La raíz del olivo” se estrenará hoy dentro de la programación dedicada a la lucha del pueblo palestino por la paz y su independencia en el 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Dirigido por el realizador boliviano Sergio Eguino Viera, el largometraje de 58 minutos se proyectará a las 10:00, hora local, en la sala Charles Chaplin del Vedado capitalino, como parte de la sección Cine desde Palestina.
La cinta es una coproducción del Laboratorio Audiovisual Chaski (Bolivia) y Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo (Cuba-Argentina), con la colaboración de Al-Mayadeen en español (Líbano).
En la realización también intervino el Laboratorio de Sonido Choco Records, a raíz de los testimonios y textos de Watan Jamil, Omaima Alkhawaja, Murid Abukhater, Baylasan Rattrout y Bassel Salem.
Con Carolina González como asistente de dirección, además de la producción general y ejecutiva de Graciela Ramírez, la cinta filmada completamente en Cuba se basa en una investigación de Eguino, González y Annalie Rueda.
En declaraciones a Prensa Latina en la ciudad boliviana de La Paz, el joven cineasta explicó que el hilo conductor del filme son cinco palestinos, quienes viven lejos de su patria y narran sus experiencias ante el recrudecimiento de la injerencia y el genocidio perpetrado por Israel durante más de 76 años.
Tales historias de vida, relaciones familiares y de amistad, lutos, infancias aplazadas, sueños y militancia se entrelazan con la impotencia que les provoca la distancia, pese al apoyo constante que les brinda Cuba, y de su fe en que Palestina será libre, señaló.
Al referirse a los testimonios que discurren en la pantalla, el realizador sostuvo que Watan escribe a Handala en busca de fuerza y consuelo, mientras Omaima conversa con el futuro, sin perder de vista la importancia del pasado y la cultura que las madres transmiten a sus hijos.
Otro testimonio es el de Murid, quien le habla a su difunto abuelo, cuyo recuerdo le estimula a convertirse en médico.
Baylasan, en tanto, comparte su vida en un relato acerca de cómo lucha con sus palabras y estudios, mientras anhela el regreso a la tierra natal y el reencuentro con su familia.
Por su parte, Bassel, a pesar de las pérdidas de su padre y numerosos familiares martirizados por el sionismo, sostiene que los revolucionarios nunca mueren, se multiplican. (Fuente: Prensa Latina)