Por Nora Navarro (de la Opinión/Murcia)
El cantautor cubano Silvio Rodríguez (San Antonio de los Baños, 1946) actuó este domingo en el Cuartel de Artillería de Murcia, dentro de una gira por varias ciudades españolas, que comenzó el pasado día 3 y en la que presenta el disco Amoríos, una selección de temas que tenía inéditos desde finales de la década de los sesenta y en las que el amor vuelve a ser protagonista.
En esta entrevista, realizada por cuestionario, el artista habla de la gira, de su música y de los vientos de cambio en Cuba.
Amoríos rescata composiciones inéditas de 1967-80, ¿por qué decide recuperarlas? ¿Cuál fue su criterio de selección?
No es que piense que todas las canciones que he compuesto valen la pena. Es que estuve componiendo desde unos 10 años antes de grabar mi primer disco y nunca he logrado emparejar lo que edito con las que me parecen publicables.
Este álbum se compone de 14 canciones, todas inéditas salvo “Óleo de mujer con sombrero”. ¿Cuál es el significado de esta canción? ¿Por qué siente que cala tanto en el público?
“Oleo de mujer con sombrero” está en Amoríos porque forma parte de Exposición de mujer con sombrero. En Amoríos edito por primera vez ese trabajo completo, Oleo no se me podía quedar afuera.
¿En qué consiste Exposición de mujer con sombrero, suite de cuatro canciones que redondea el disco?
Es una tetralogía que compuse en 1970, todas en la misma semana y todas sobre una misma situación. Es una azarosa historia de amor y desamor.
Una vez más, el amor como espina dorsal de su música. ¿Por qué? ¿Y a qué tipos de amor se refiere?
Amoríos trata sobre amores de pareja, es un disco que desde hace muchos años tenía en mente.
¿Cuáles son esas canciones inevitables, que no pueden faltar en un concierto?
Las selecciono, siempre pongo algunas, aunque cambian según la gente y a veces los países. Hay coincidencia en temas como Ojalá, Unicornio, Te doy una canción.
¿Cómo ha concebido los conciertos de esta gira?
Se trata de una selección de Amoríos, de algunas canciones de Segunda cita, mi disco anterior, y de un puñado de temas que me han acompañado desde casi siempre.
Su generación puso voz a la revolución con la Nueva Trova Cubana, ¿sigue deseando «jugar a lo perdido y rezar a fondo un hijo nuestro»? ¿Hacia dónde deben soplar los vientos de cambio en Cuba?
Siempre he creído que la voz de la Revolución Cubana fue Carlos Puebla. Pienso que mi generación fue más indagadora. Cuando se pierde algo valioso continúan las ganas de encontrarlo. No sé si se haya entendido que «rezar a fondo un hijo nuestro» fue la opción que escogí, antes que rezar un Padre Nuestro. O sea, una apuesta por el futuro. Los vientos de cambio en Cuba deben salir, y creo que están saliendo, de los pulmones de nosotros los cubanos.
¿Sigue tomando parte en este cambio con sus giras por las calles de los barrios de La Habana? ¿Qué significado revisten estos conciertos para usted, a nivel profesional y personal?
Hacemos un concierto cada mes, excepto julio y agosto, que son demasiado calurosos. Acabamos de anunciar el concierto número 74, para el 27 de mayo. En septiembre hará 6 años que estamos en esto, con la colaboración de muchos artistas cubanos de todas las disciplinas de la música, con actores, cómicos, escritores. También donamos una pequeña biblioteca de unos 300 tomos a cada barrio, con colaboraciones del Instituto del Libro, del Centro Pablo de a Torriente y los Estudios Ojalá. Hacer estos conciertos, sacar la música de los teatros y llevarla a los barrios, para mí es apostar por los menos favorecidos y también dar continuidad a lo que vi hacer a artistas desde los 60: al ballet nacional, al Cine Cubano y también a lo que siempre hemos hecho generaciones de trovadores: cantarle al pueblo.
Usted ha acogido positivamente la visita de Obama a Cuba, ¿qué sensaciones le transmite este proceso de renovación de los vínculos entre ambos países?¿Siente que puede ser positivo para Cuba?
Creo que puede ser positivo para Cuba y para Estados Unidos. Cuba es el único país del mundo que los norteamericanos no pueden visitar más que a través de programas prescritos o de recorridos de barcos cruceros. Hay muchas empresas norteamericanas que llevan años tratando de comerciar con nosotros y no pueden. Hay muchos norteamericanos que ven esas limitaciones como faltas a sus derechos.
Dice que su esperanza es que «el presidente de los Estados Unidos entienda de una vez la verdad de Cuba y, sobre todo, actúe en consecuencia». ¿Cuál es su principal temor con respecto a esto?
Eso lo dice Guillermo Rodríguez Rivera en un post que hizo para mi blog, Segunda cita, y yo por supuesto que lo suscribo. «La verdad de Cuba» es que queremos amistad pero no sometimiento; que queremos el cese total los muchos mecanismos de asfixia económica del bloqueo; y también que nos sea devuelta la parte de nuestro territorio que los Estados Unidos ocupan en contra de nuestra voluntad desde hace más de un siglo: la zona donde tienen la Base Naval de Guantánamo.
Asegura que «la canción es una especie de grito con pocos decibelios». ¿Cree en la música como manifestación, como guerrilla, como abanderaba la ‘canción protesta’?
Creo en la música como arte. Los decibelios de una canción, más que del talento del compositor o el intérprete, por desgracia dependen más de los recursos electroacústicos que disponga quien la proyecta, y también del apoyo que tenga de los medios y del aparato difusor de los que manejan la música en el mundo.
¿Sigue viva la música del cantautor en Latinoamérica y España?
En Latinoamérica sigue siendo una lucha por la supervivencia de expresiones a las que nunca les ha sido fácil, aunque hay algunas voces consolidadas por su trayectoria y calidad. En España al parecer sucede parecido, aunque últimamente conozco menos el panorama.
En los últimos años, España ha sufrido los peores recortes, entre otras cosas, en el ámbito de la cultura, ¿España también necesita una canción urgente?
A los españoles les corresponde saber lo que necesita España. Lo que sí puedo agregar es que el mundo entero necesita volverse hacia expresiones culturales verdaderas, las que vienen de las viejas tradiciones y son enriquecidas y recreadas por voces emergentes.
Con tantas canciones inéditas en la mochila, ¿planea seguir componiendo o seguirá tirando de este hilo de música sin editar?
En el último año he estado grabando también unas cuantas canciones recientes. Las cosas hay que irlas haciendo de una en una. Todo a la vez es muy confuso.