La Habana, 10 may (RHC) La soprano estadounidense Barbara Hendricks cantará el próximo jueves por primera vez en Cuba, junto a la Camerata Romeu integrada solo por mujeres, en una actuación “muy especial” en la actual relación entre los dos países, aunque deseó que la nación caribeña no sufra una “invasión cultural” en esa coyuntura.

“Estoy muy contenta por los cubanos si esto implica una apertura para ellos, pero espero que Cuba no sufra ninguna invasión cultural del exterior”, señaló la cantante en una conferencia de prensa en La Habana, donde el próximo jueves, 12 de mayo, interpretará en el Convento San Francisco de Asís un repertorio de música francesa.

“Culturalmente Cuba es una joya, con músicos por todas partes. Espero que eso no se pierda y encuentran un equilibrio”, añadió Hendricks, afincada desde hace años en Francia, donde conoció a su esposo y ha desarrollado gran parte de su carrera.

La soprano, premio Príncipe de Asturias 2000 por su labor por la defensa de los derechos humanos, consideró que ya es hora de que Estados Unidos, su país natal, levante el “ridículo” bloqueo sobre Cuba, que ha provocado “sufrimientos innecesarios”, aunque afirmó que “más vale tarde que nunca”.

Hendricks, que también canta blues y jazz, actúa en la isla invitada a la “Semana de la Cultura Francesa”, organizada por la embajada del país galo, y por ello interpretará fragmentos de la ópera “Carmen”, de Georges Bizet y “Les nuits d’été” (Las noches de verano) del compositor francés Hector Berlioz.

En su concierto en la basílica menor del Convento de San Francisco de Asís, Hendriks compartirá escenario con el saxofonista Magnus Lindgren, el guitarrista Ulf Englund y la Camerata Romeu, agrupación musical cubana de música de cámara dirigida por la maestra Zenaida Romeu e integrada solo por mujeres.

Hendricks, amante declarada de la música cubana, viajó por primera vez a la isla en marzo del año pasado invitada a un festival a Santiago de Cuba, pero esta es la primera vez que cantará para el público cubano, en un evento organizado por la embajada de Francia, país de adopción que incluso le ha concedido la Legión de Honor.

De hecho, la soprano fue una de las invitadas a la cena de Estado que el presidente francés, Francois Hollande, ofreció al primer mandatario cubano, Raúl Castro, en París el pasado 1 de febrero, durante su visita oficial al país.