Madrid, 19 jun (PL) Como una manera de mostrar la diversidad de sus pueblos, bolivianos y ecuatorianos celebraron, este domingo, en la capital española la Fiesta del Sol o Inti Raymi-Wilkakuti, que marca el inicio del nuevo año andino.
El Inti Raymi, en idioma quechua, o Wilkakuti, en aimara, rinde homenaje a la madre tierra y coincide con el primer solsticio de invierno del hemisferio sudamericano, festividad milenaria que también da la bienvenida al comienzo del ciclo agrícola de la siembra.
Danzantes y músicos de distintas regiones de Ecuador y Bolivia pusieron color y sonido a esta ancestral celebración para los pueblos indígenas y amazónicos, que congregó a centenares de personas en el madrileño Parque del Retiro.
En la celebración, organizada por las embajadas de Quito y La Paz en España, participaron numerosos grupos folclóricos, que con sus trajes típicos danzaron a ritmo de zampoñas, tarkas y bombos en un ritual que evocaba una centenaria tradición de los pueblos andinos.
Bajo el lema Todos bajo un mismo sol, al evento acudieron comunidades de inmigrantes de esos dos países y de otros de América Latina, a los que se unieron paseantes españoles, atraídos por la música y el color.
Estuvieron presentes, además, la embajadora de Bolivia en Madrid, María Luisa Ramos, representantes de las legaciones de Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba y el subdirector general de Países Andinos de la Cancillería española, Guillermo Kirkpatrick.
Todos participaron en la ceremonia, alzando los brazos al cielo o abrazándose, en lo que los organizadores consideran una celebración de la vida.
Las principales festividades de los indígenas andinos seguían el ciclo de la cosecha del maíz, que coincide con los solsticios y equinoccios.
Mientras en el equinoccio de septiembre, Koya Raymi, se celebraba la siembra; en el solsticio de diciembre, Kapak Raymi, se festejaba el renacer de la vida con el inicio del brote de las plantas.
En el siguiente equinoccio, el Pawkar Raymi, de marzo, las plantas florecen y dan sus primeros frutos y en estas fechas, en el solsticio de junio, en el Inti Raymi, acaba la recogida de las cosechas.
Tiene un profundo sentido simbólico estar en este lugar, que es el centro de Madrid, donde tomamos esta plaza de manera pacífica para expresar nuestros buenos deseos, limpiarnos de lo malo y prepararnos para lo bueno, declaró a Prensa Latina la embajadora boliviana.
Es muy importante que todas las misiones latinoamericanas en España estemos juntas en esta ceremonia, esto es diplomacia de los pueblos, forma parte de ese diálogo intercultural para tender puentes entre nosotros, subrayó la diplomática.