Río de Janeiro, 10 ago (RHC) Cuando todo hacía indicar que el húngaro Geza Imre conseguiría coronarse hoy en espada (m) de los Juegos Olímpicos, emergió el surcoreano Jinsun Jung para conquistar sensacionalmente la medalla de oro.

Imre era favorito, eso era harto conocido, y para colmo arrancó a todo tren el duelo por el título contra Jung hasta ponerse a un solo toque de la victoria.

El match estuvo 14-11 favorable al europeo, campeón mundial en 2015, hasta que el asiático respiró profundo, encausó la adrenalina y logró lo impensado: dar cuatro golpes consecutivos y llevarse el oro en la especialidad, por 15-14.

Todos quedaron atónitos en la sala, incluso el propio Jung mostró su asombro por tamaña proeza: “Es increíble, no lo puedo creer, soy campeón olímpico, y de esta manera tan eléctrica, es un honor”, resaltó el titular.

Jung sucedió en el trono olímpico de la espada masculina al venezolano Rubén Limardo, monarca en Londres-2012, quien cayó hoy en octavos de final contra el egipcio Ayman Fayed.

La medalla de bronce quedó en poder del francés Gauthier Grumier, verdugo por 15-11 del suizo Benjamin Steffen en el desafío por el tercer lugar.

Mañana los esgrimistas volverán a escena con la disputa del título en la especialidad de florete de clasificación femenina.

(Tomado de Prensa Latina)