La primera parada de la Copa del Mundo pasó a la historia con ribetes de oro para los caonístas cubanos Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge.
La noticia se conoció desde Montemor-o-Velho, Portugal, donde los antillanos consumieron 3:30.960 minutos para liderar la prueba de C-2 a 1000 metros.
El mérito de la coronación se acrecentó al dejar en plata a los ucranianos Dmytro Ianchuk y Taras Mishchuk (3:33.580), terceros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
«Teniendo en cuenta que los ucranianos alinearon a nuestro lado, era suficiente medidor para empezar la carrera», dijo Serguey al diario Juventud Rebelde.
«El tiempo estuvo perfecto, solo aire a 11 km/h, y nos concentramos muy bien para sacar el máximo de nuestras posibilidades», añadió.
«Tanto fue así que nos quedamos a solo un segundo de nuestra mejor marca», explicó Torres en torno al tope de 3.29.60 minutos logrado en la habanera presa La Coronela.
Este domingo serán parte de la final directa del C1 a 5 000 metros, modalidad dominada por Serguey en la versión de hace dos años.
«Vamos por preseas, han cambiado el formato de competencia y ahora lo harán dando vueltas en solo 250 metros, cuando antes eran casi tres kilómetros prácticamente rectos y luego completamos el tramo dando vueltas», indicó al periódico de la juventud cubana.
El compromiso siguiente de los antillanos será la segunda fase de este certamen, pactada para comenzar el viernes en Szeged, Hungría.
Tomado de Jit
Foto Roberto Morejón