La Habana, 29 may. (RHC) Este 29 de mayo se cumplen veinte años de la desaparición física de Manuel Alarcón Reina, uno de los más grandes lanzadores de los equipos orientales y de Cuba, en la década de los 60 del siglo XX.
A pesar de que sólo vio acción en siete Series Nacionales, Alarcón llenó una etapa en la que los peloteros amateurs sustituyeron a los profesionales, en un cambio llegado por la intransigencia de los Estados Unidos y la vorágine transformadora de la Revolución Cubana. Denominado como "El Cobrero" o "El Dios de Cobre de los orientales", Alarcón había nacido en la finca El Aguacate, zona actualmente perteneciente al municipio Bartolomé Masó, el 19 de febrero de 1941.
Su estilo, calidad y coraje le distinguieron sobre el diamante. Fue el primer lanzador que consiguió 200 o más ponches en una Serie Nacional, lanzando para Mineros en la VII Serie Nacional. También tuvo destacadas incursiones internacionales, especialmente en los años 1967 y 1968.
Apenas un año antes de esta fenomenal actuación, Alarcón había lanzado un juego que le inmortalizó, al derrotar a Industriales en serie extra, por el título de la VII Serie Nacional. Fue en el estadio Latinoamericano, el 12 de marzo de 1967. Antes de aquel desafío, había convocado a la fiesta en Santiago de Cuba, capital de la antigua provincia de Oriente, al decir: "Que cierren la Trocha y que salga el Cocuyé". Y así fue. Los Orientales superaron a Industriales y se coronaron campeones, quebrando una racha de cuatro triunfos consecutivos del conjunto azul de La Habana.
Fue uno de los lanzadores con mayor capacidad para dominar una entrada sin outs con las bases llenas, de acuerdo con la investigación de Martín Socarrás, quien estudió varias de las situaciones en las que salió airoso este grande del montículo. Con cuarenta y un triunfos y veinticuatro derrotas, pareciera que los números de Alarcón no son destacados. Pero los números no lo dicen todo, pues nadie duda que Manuel Alarcón Reina, a quien rendimos homenaje hoy, es uno de los grandes serpentineros en la pelota cubana de todos los tiempos.
