Una antigua cábala del fútbol argentino dice que el último partido amistoso antes del Mundial se ha de jugar contra Israel, tal como lo hizo la albiceleste que ganó la Copa del Mundo en 1986.
Así iba a ocurrir el próximo 9 de junio, cuando Argentina iba a jugar contra Israel siete días antes de su debut en Rusia 2018. Este martes se anunció la cancelación del encuentro.
Y es que lo que era un juego de buena vibra para los sudamericanos, del lado palestino se vía con tristeza.
Un grupo de 70 niños palestinos escribió una carta para el goleador argentino Lionel Messi en la que le pidieron que no participara en ese amistoso.
Y es que el partido estaba programado en el Estadio Teddy Kollek, en el sur de Jerusalén, el cual fue construido en el barrio Malha que hace 70 años quedó destrozado en una batalla de la guerra árabe-israelí.
Los habitantes palestinos fueron desplazados por las fuerzas israelíes en 1948.
La carta, atribuida a los niños descendientes de esos palestinos expulsados de Malha, fue entregada este domingo en la embajada argentina en Israel.
"Sobre las tumbas"
En el documento los niños palestinos aseguran que son hijas e hijos de familias originarias del barrio sobre el cual ahora está construido el estadio Teddy Kollek.
"Como se nos ha dicho, vienes a jugar con tus amigos a Malha, en un estadio construido sobre nuestra aldea destruida", dice el texto dirigido a Messi.
Dicen que, pese a sentir felicidad por tener a su ídolo cerca, también están decepcionados de que el partido sea en ese lugar. El partido de 1986 se había llevado en Ramat Gan.
"Pero nuestra felicidad se convirtió en lágrimas y se rompieron nuestros corazones. ¿Es acaso lógico que Messi, el héroe, vaya a jugar en un estadio construido sobre las tumbas de nuestros ancestros?", preguntan en la carta.
Para ellos, el 9 de junio, si la selección de Argentina enfrentaba a la de Israel, iba a ser un "día triste"
"Nosotros, en representación de nuestros amigos y amigas, rezamos a Dios para que conceda nuestro deseo de que Messi no rompa nuestros corazones", concluyen los niños en la carta.
Y la plegaria parece haber sido escuchada.
(Tomado de BBC Mundo)