La Habana, 11 jun. (RHC) Este martes 12 de junio se cumple el décimo aniversario de la marca mundial impuesta por Dayron Robles, en los 110 metros con vallas, durante el mítin atlético de Ostrava, República Checa. Aunque el registro no es ya el primado universal, luego de que Aries Merritt implantara un soberbio 12.80 en el año 2012, los 12.87 de Dayron Robles constituyen la segunda mejor marca de todos los tiempos. Y, de paso, fue lo más encumbrado durante una temporada en la que cronometró siete veces por debajo de los 13 segundos, una proeza de clase mundial. Vale decir que dicha faena fue igualada por Merritt, justamente en el año 2012. Ambos aparecen como poseedores de un resultado extraclase, junto a las más grandes figuras de todos los tiempos en esta disciplina atlética.

Debe recordarse que el año 2008 comenzó con la tradicional preparación bajo techo, que antecede a los Mundiales en esa modalidad. Dayron atesoró tiempo de 7.33, uno de los mejores de la historia, a sólo tres centésimas del primado que posee Colin Jackson. Consiguió siete de las ocho mejores marcas bajo techo, pero en la final del Campeonato del Mundo se quedó detenido, pensando en una arrancada en falso, y no pudo concretar su condición de favorito. A cinco meses de Beijing, aquella no era una buena noticia.

Pero en sus competencias al aire libre, Dayron salió a confirmar que podía imponerse en los Juegos de Beijing. Su principal rival sería el estadounidense David Oliver, que el 9 de mayo marcó 12.95 en el mítin de Doha.

El 12 de junio de 2008, en el tradicional Mítin de Ostrava, Robles detuvo los relojes en 12.87, para quebrar la marca universal. Quince días después, en Villeneuve d´Ascq, Francia, estampó crono de 12.96. Y en el transcurso del mes de julio, regresó a Francia para reinar en París con 12.88; consiguiendo 12.91 cuatro días después en Estocolmo. Pero lo mejor estaba por llegar.

Durante la final olímpica de los 110 metros con vallas en Beijing, Robles registró 12.93. Era el 21 de agosto de 2008 y de esa forma alcanzaba la gloria olímpica. Se ratificaba la tradición de las vallas cortas cubanas, con el doble plateado olímpico Casañas, las actuaciones finalistas de Emilio Valle, así como el título y una descomunal presea de bronce de Anier García. La tradición pesaba y el principal objetivo del año se había cumplido.

Pero las marcas no se detuvieron. El 29 de agosto derrotaba en Zurich a David Oliver, por apenas una centésima, registrando entonces 12.97. Y el 7 de septiembre, en Eslovaquia, el cubano conseguía 12.95, corriendo con viento en contra de 1,7 m/s.

De tal suerte, el cubano fraguaba una temporada de ensueño, que recordamos durante este 2018 en su décimo aniversario.