La Habana, 16 jun. (JIT).- Odontóloga y exministra venezolana de deportes, Alejandra Benítez no estará en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, este verano.
Empero, se prepara para asistir a los Panamericanos de Lima 2019 y a los Juegos Olímpicos de Tokio en el 2020, cuando entrará en el club de las damas de cuatro décadas.
La doble reina continental impacta con su modo sencillo y familiar de hablar. JIT tuvo la oportunidad de dialogar con la mujer de criterio y defensora de la obra del Comandante Hugo Chávez Frías.
¿Por qué el regreso a la alta competición?
Cumplí una tarea al frente del Ministerio de Deportes de Venezuela como lo hubiera hecho todo militante seguidor de la obra del Comandante Chávez.
Cuando me hice candidata a diputada por Caracas confirmé mi compromiso con el quehacer de miles de jóvenes en el proceso chavista y ello me permitió aportar a la ley del deporte y formar parte del equipo político del presidente Maduro como ministra de Deporte.
En ese período entrenaba bien temprano y organiza las labores del despacho. Por eso pude competir en un Panamericano, la Copa del Mundo y el Campeonato Mundial, donde quedé en octavos de final, el mejor desempeño de una esgrimista venezolana.
Concluida mi gestión como ministra volví a los inicios, a lo que es mi pasión, la esgrima, específicamente el sable, y aquí me ves, conquistando un quinto lugar individual y buscando que mi equipo clasifique a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú.
¿Estarás en los centroamericanos de Barranquilla?
No, a no ser que de último momento tomen otra decisión. La estrategia de nuestros técnicos es ir a Barranquilla con jóvenes para agarrar asaltos de rigor camino a Lima y Tokio. En mi caso me preparo para esas dos últimas. De ir a Japón serían mis quintas olimpiadas, tendría 40 años, pero espero que con buen entrenamiento y cuidado, sin lesiones de importancia, pueda realizar un buen papel.
Ahora estuve parada cuatro meses por una fractura de la tibia y una ruptura del cuádriceps. Los años pegan, pero la recuperación me fue bastante bien, y con el concurso de todos vine aquí y aunque no tuve una competencia como quería, me ubiqué quinta. Eso me dice que todavía tengo para dar.
¿Cómo ves el deporte venezolano para la convocatoria regional?
En Venezuela hay una generación de deportistas que tiene un ascenso “brutal”. Se está viendo el fruto a nivel internacional de la lucha, el judo, y en disciplina que están siempre en la vanguardia como la esgrima, el taekwondo, el karate y el boxeo. Para nosotros, como para ustedes, los deportes de combates son nuestras banderas y en eso estamos enfocados. Creo que esa es la prioridad que tiene el país.
En los de conjuntos tenemos que apretar.
Claro que la inversión en el deporte hoy es menor, pues todos saben lo que estamos pasando, pero a pesar de la difícil situación económica -que obviamente incide en cada uno de los atletas y entrenadores-, Venezuela va a pelear por estar entre los tres primeros.
Con el trabajo en casa se han logrado excelentes resultados.
Nosotros siempre estamos en puja con los mexicanos y no creo que ahora sea distinto. Tal vez haya que pelear un poco más con los colombianos por ser anfitriones de la fiesta y ya sabemos lo fuertes y tácticos que son los cubanos. No por gusto son los reyes de los centroamericanos por años.
Ustedes tienen disciplinas en que sobresalen como el atletismo, que generan buena cantidad de medallas y eso queremos nosotros. Ya no estamos adentrando en él con buenos desempeños como el de la triplista Yulimar Rojas -por cierto de la mano de un cubano, el profesor Iván Pedroso, y tenemos a otros muchachos cerquita de la vanguardia.
¿Retiro?
Lo he pensado, pero me están tratando de aguantar hasta Tokio 2020. Como te dije espero llegar en forma a ese compromiso y después ya veremos.
A lo mejor me ves de entrenadora, porque me encanta trabajar con niños y especialmente en las comunidades, donde hay niños necesitados. Los muchachos son un encanto.
Con un beso de felicitación a los padres cubanos y una sonrisa se despidió la joven, que cuando no está sobre la pista hace de su voz arma para ayudar a los compañeros en combate o simplemente dialoga a través de medios con miles de seguidores, que le estiman por su carisma y entrega.