San Petersburgo, 14 jul. (PL) Bélgica superó por 2-0 a Inglaterra y obtuvo su mejor resultado en la historia de las Copas del Mundo de fútbol, el tercer lugar, aunque en la cara de los jugadores reinaba el desconsuelo a la hora de la celebración.
Eden Hazard, Kevin de Bruyne y compañía habían viajado a Rusia a ganar el campeonato y sus prestaciones en la justa merecían subir a lo más alto, pero Francia hizo trizas el sueño de los Diablos Rojos en semifinales y los envió al match por la tercera plaza.
En la jornada de hoy, sin excesos, los Diablos Rojos hicieron mejor las cosas. La mayor parte del despliegue ofensivo corrió a su cargo, mientras los ingleses, como casi siempre, apelaban al contragolpe como arma fundamental.
Thomas Meunier, apenas a la altura del minuto 4, abrió el marcador, luego de anticiparse magistralmente a la defensa inglesa, para enviar a las redes un pase de Nacer Chadli.
Bélgica pudo ampliar el resultado varias veces, pero Romelu Lukaku, su gran artillero, no estaba en su día; Inglaterra, por su parte pudo empatar y ponerle algo de picante al partido, pero la fortuna le dio la espalda por enésima ocasión en la vida.
Los Tres Leones arrecieron a partir del minuto 60, hicieron de todo por lograr al menos el empate, sin embargo, todo fue en vano. Poco después, en el 82, Hazard finalizó un contragolpe de libro y puso el 2-0 definitivo. La sentencia para Inglaterra llegó por intermedio de su mejor arma, el contragolpe.
Los belgas, que ostentaban el cuarto lugar de 1986 como su mejor actuación en copas del mundo, se van de Rusia con la cabeza en alto; mientras los ingleses llegarán al aeropuerto Heathrow de Londres con alguna satisfacción, pues no alcanzaban las semifinales desde 1990 y obtuvieron su primera victoria en la definición por penales.
De esta manera, quedó lista la escena para la gran final entre Croacia y Francia, prevista para este domingo en el estadio Luzhnikí de Moscú, el principal escenario de la Copa del Mundo.