Julen Lopetegui se convirtió este lunes en el entrenador más rápidamente despedido de la historia del Real Madrid. El club oficializó la decisión mediante un comunicado, tras una junta directiva de crisis celebrada sobre las 20.00 horas en el Bernabéu, en un acto cerrado y sin que se admitieran preguntas de los medios de comunicación.
Un día después de que el equipo disputara su quinto partido sucesivo de Liga sin ganar, trance que coincidió con un 5-1 en el Camp Nou. Culminación de la carrera más breve y desventurada que se registra en la caseta de La Castellana. En el mismo acto se comunicó la designación de Santiago Solari, de 42 años, técnico del Castilla, como entrenador “provisional” del primer equipo. El reglamento federativo contempla que no puede ser interino más de 14 días.
Solari, en un partido con el Castilla
El trámite burocrático puso fin a cuatro meses que conmovieron al fútbol español. Repentinamente nombrado entrenador del Madrid el 12 de junio, cuando se disponía a dirigir a la selección española en el Mundial, y despedido por la federación con carácter inmediato el 13, Lopetegui abandonó Rusia y se presentó en el Bernabéu el 14.
Llorando, evocó a su madre fallecida, y se declaró desolado y feliz a un tiempo mientras tomaba posesión del cargo que le ofrecían en medio de uno de los conflictos más traumáticos que ha atravesado el deporte nacional.
Cuatro meses y medio después, el presidente Florentino Pérez informó a su junta directiva la decisión de rescindir su contrato. El hachazo puede justificarse con datos de una pobreza inaudita. El Madrid atraviesa la crisis de resultados más grave desde 2009. Marcha noveno en la Liga con 14 puntos, a siete del líder, el Barça. Más cerca del descenso que de la cabeza de la tabla.