Londres, 28 nov (PL) El noruego Magnus Carlsen retuvo hoy aquí el título mundial de ajedrez con un triunfo contundente de 3-0 ante el estadounidense Fabiano Caruana, en las partidas semirrápidas de desempate, tras empatar a seis en los 12 encuentros clásicos.
A mayor velocidad, Carlsen ratificó porque era el gran favorito para ganar la corona y demostró que no tiene rival para destronarlo de la cima del orbe.
En el primer compromiso, el campeón llevó las piezas blancas, tuvo gran ventaja, luego la perdió y, cuando todo apuntaba a tablas, el retador cometió un error para sentenciar su revés, en 55 lances de una apertura Inglesa.
Carlsen mantuvo la iniciativa en el segundo encuentro y aprovechó una pifia de Caruana, al lanzar su peón hasta la penúltima fila apremiado por estar 0-1 abajo en el duelo, para ganar la partida en solo 28 movimientos de una defensa Siciliana, variante Sveshnikov, con las figuras negras.
En la tercera partida, el estadounidense presionó y jugó con rapidez y precisión con las blancas, ante un rival bien sólido, que apostó a simplificar para llegar a un final igualado de dama y alfil (Carlsen), contra dama y caballo (Caruana).
Sin embargo, el nórdico confirmó su estelar clase y consiguió ventaja para llegar a tener dos damas sobre el tablero, justo antes de que Caruana abandonara en 55 desplazamientos de una defensa Siciliana.
Con el título decidido, no se disputó la cuarta partida semirrápida, que se jugaría igual que las otras a 25 minutos más 10 segundos adicionales por movimiento.
Por segunda vez consecutiva, el noruego revalidó la corona gracias a su velocidad de análisis en el desempate. Hace dos años derrotó también por esa vía al ruso Sergey Karjakin.
Este era el décimo desempate que jugaba en 11 años y, como en todos los anteriores, Carlsen aventajó a su adversario con gran facilidad.
En el primer compromiso, el campeón llevó las piezas blancas, tuvo gran ventaja, luego la perdió y, cuando todo apuntaba a tablas, el retador cometió un error para sentenciar su revés, en 55 lances de una apertura Inglesa.
Carlsen mantuvo la iniciativa en el segundo encuentro y aprovechó una pifia de Caruana, al lanzar su peón hasta la penúltima fila apremiado por estar 0-1 abajo en el duelo, para ganar la partida en solo 28 movimientos de una defensa Siciliana, variante Sveshnikov, con las figuras negras.
En la tercera partida, el estadounidense presionó y jugó con rapidez y precisión con las blancas, ante un rival bien sólido, que apostó a simplificar para llegar a un final igualado de dama y alfil (Carlsen), contra dama y caballo (Caruana).
Sin embargo, el nórdico confirmó su estelar clase y consiguió ventaja para llegar a tener dos damas sobre el tablero, justo antes de que Caruana abandonara en 55 desplazamientos de una defensa Siciliana.
Con el título decidido, no se disputó la cuarta partida semirrápida, que se jugaría igual que las otras a 25 minutos más 10 segundos adicionales por movimiento.
Por segunda vez consecutiva, el noruego revalidó la corona gracias a su velocidad de análisis en el desempate. Hace dos años derrotó también por esa vía al ruso Sergey Karjakin.
Este era el décimo desempate que jugaba en 11 años y, como en todos los anteriores, Carlsen aventajó a su adversario con gran facilidad.