La Habana, 2 dic. (RHC) Este 2 de diciembre se cumple el centenario de un hecho singular en la pelota cubana. En dicha jornada del año 1918, durante un juego de la Liga Profesional Cubana entre Habana y Almendares, el jardinero central Baldomero Acosta realizó por La Habana una jugada de triple play sin asistencia. Era la primera de ese tipo, realizada dentro de la Liga Invernal en la Mayor de las Antillas.
¿Y cómo aconteció tal singularidad? Pues bien, el juego estaba en la parte baja de la octava entrada, consumiendo su turno el Almendares. Dicho equipo llenó las bases, de acuerdo con las crónicas de la época, por un triple de José Rodríguez, quien frente a los envíos del lanzador habanista Pastor Parera conectó un triple. Le siguió Pancho “Canilla” Rivas, que negoció la base por bolas. Correspondió el turno entonces a Gervasio “Strike” González, que recibió un pelotazo y se llenaron las bases. Luego le tocó empuñar a José María Fernández, pero Parera, ya descontrolado, le regaló la primera y forzó la carrera que desde tercera anotó José Rodríguez. Vino a lanzar por el Habana José Acosta, “Acostica”, hermano de Baldomero Acosta, conocido como Merito.
Fue entonces que vino el momento cumbre. Oscar Rodríguez llegó a ocupar su turno en la alineación y pegó una línea corta hacia el jardín central. “Merito” se lanzó en gran carrera buscando hacia delante y captura la bola de cordón de zapato, pero atento al juego sigue con el impulso de la carrera hacia la segunda base, poniendo out a “Strike” González, que había salido para tercera con el batazo, en tanto persiguió a José María Fernández, que venía de primera base.
Merito consiguió una jugada que lo convirtió en inmortal, pero ya se había ganado el reconocimiento jugando en Grandes Ligas entre 1913 y 1918. Su hermano José y él fueron la primera pareja de hermanos latinos que jugó en la pelota rentada estadounidense.
Además, fue campeón con una franquicia debutante en 1923, durante su primera temporada como manager con el Marianao, localidad de la que su padre fue alcalde. Posteriormente, fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano en 1955.
Tan curiosa como la jugada de Merito Acosta, es el hecho de que casi ochenta años después, el doce de noviembre de 1998, el antesalista villaclareño Rafael Orlando Acebey facturó un nuevo triple play sin asistencia, jugando ante el equipo Industriales y también en la octava entrada. Y el 2 de diciembre de 2009, justo en el aniversario 91 de la singular triple matanza, el equipo Isla de la Juventud realizó un triple play, por la vía tercera segunda primera ante Ciego de Ávila.
Así es la historia del béisbol cubano. ¿Se producirá por estos días otra triple jugada en nuestra pelota? ¿Será sin asistencia? Poco importa, porque si recordamos a figuras como Merito Acosta, con su juego destacado y toda su sapiencia, tendremos de seguro un mejor béisbol.
