Caracas, 29 ene (PL) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó de robo la decisión de retirar la organización de la Serie del Caribe de Béisbol 2019 a la ciudad de Barquisimeto, que acogería la cita entre el 2 y el 8 de febrero.
Durante un encuentro con representantes diplomáticos recién llegados de Estados Unidos, tras la ruptura de relaciones por el apoyo de Washington a un golpe de Estado en desarrollo, repudió la postura de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe de trasladar la sede del evento a Panamá, del 4 al 9 de febrero.
“Ayer nos enteramos que la Confederación de Béisbol del Caribe, por mandato de las Grandes Ligas y el Gobierno de Estados Unidos, nos robaron la Serie del Caribe cuando todo estaba listo para su desarrollo”, denunció el mandatario venezolano.
El clásico beisbolero caribeño debía celebrarse en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez, sede del equipo Cardenales de Lara, el cual conquistó la víspera el título de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional al dominar con balance de 4-1 el duelo final ante Leones del Caracas.
Maduro recordó que Venezuela invirtió varios millones de dólares para organizar la cita deportiva, pero debido a presiones políticas el ente rector del béisbol en el Caribe decidió retirar la sede a Barquisimeto.
El jefe de Estado ratificó la participación de los Cardenales en el certamen deportivo e hizo votos para que el equipo venezolano conquiste la corona para beneplácito de todo el pueblo de la nación sudamericana.
La oficina del comisionado de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe informó la víspera la decisión de retirar la organización del evento a la urbe venezolana y celebrar la justa en una sede alternativa.
El ente justificó la medida a raíz de la situación política del país, inmerso en un golpe de Estado en desarrollo a raíz del reconocimiento por parte de Estados Unidos de un autoproclamado “presidente encargado”, y la ruptura de relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington.
En esta decisión influyó de forma decisiva la postura de las Grandes Ligas estadounidenses (MLB), que torpedeó la celebración de la serie en Barquisimeto al recomendar a sus peloteros afiliados “no permanecer en territorio venezolano”.