La Habana, 19 mayo (RHC) El cubano Javier Sotomayor reveló este martes que se sintió un verdadero saltador de altura tras implantar a los 16 años de edad su primer récord mundial (2.33 m), primacía aún vigente luego de 36 años.
“A partir de ahí es que me sentí un verdadero saltador. Era una temporada en la que me estaba midiendo yo mismo como saltador, porque antes le tenía un poco de miedo a las alturas”, recordó el mejor saltador de altura de la historia en declaraciones a Radio Habana Cuba.
La primera de las seis primacías mundiales logradas por el llamado “Príncipe de las Alturas” fue establecida un día como hoy, el 19 de mayo de 1984, en el estadio Pedro Marrero, de La Habana, durante el Memorial Barrientos, la principal competencia del atletismo en Cuba.
“Fue mi primer récord mundial y mi primer récord nacional. A partir de ahí me incluí entre los primeros saltadores del mundo y todos los saltadores supieron de mí. Ya una semana antes había saltado 2.31. Estaba muy bien”, comentó Soto, de 52 años de edad.
Recordó que el día del récord, el profesor José Godoy -ya fallecido- y algunos de sus familiares le dieron un impulso psicológico.
“Ese día el profe Godoy bajó a la pista, algo que nunca había hecho antes ni hizo después, pues me enseñó desde muy temprano a tratar de corregir yo mismo mis errores, y me dijo cosas que no quisiera revelar por modestia, pero me motivaron mucho”, reflexionó.
“Entre los aficionados había varios familiares míos, entre ellos mi padre. Tenía una ganas enormes de hacer ese récord nacional”, precisó también campeón olímpico en Barcelona-92 y recordó que el récord se concretó alrededor de las 8 de la noche, cuando el sol ya se había escondido.
“Me sentí más contento por mi primer récord nacional, que por el récord mundial de cadetes. Cuando aquello no tenía gran noción de lo que ello significaba y me entusiasmo más ser recordista del país con solo 16 años, no solo por la edad, sino por la altura que había logrado”, contó.
Explicó que disfrutó “mucho” el momento y relató que al otro día “me fui a Matanzas a celebrar en grande con mis familiares y amistades. Fue un momento inolvidable”, concluyó.
El registro de 2.33 permanece como récord para menores de 18 años luego de casi cuatro décadas, al igual que los récords mundiales absolutos al aire libre (2.45) y bajo techo (2.43).
Padre de cinco hijos, el también seis veces mundial se retiró del deporte en 2001 y en 2011 el Comité Olímpico Internacional (COI) lo reconoció con el premio “Deporte inspiración para la Juventud”.
En la actualidad es Secretario de la Federación Cubana de Atletismo, Vicepresidente de la Comisión Nacional de Atención a Atletas y entrenador de algunas figuras en la preselección nacional cubana de atletismo.