La Habana, 15 Jun (Marca) El número uno del mundo, el noruego Magnus Carlsen, protagonizó un hecho poco común en el ajedrez. Después de ganar al estadounidense Fabiano Caruana, subcampeón del mundo, en el Clutch Chess Online de San Luis, se echó el dedo índice a los labios con el gesto de mandar callar mirando a cámara.
El motivo eran las críticas que había recibido por la derrota la semana pasada ante el también estadounidense Hikaru Nakamura, así como algunas otras recibidas en sus partidas ante Caruana.
Carlsen, que se ha confesado seguidor del Real Madrid, evocó, quizás sin saberlo, el famoso gesto de Raúl González, uno de los símbolos de la historia reciente del equipo, cuando en octubre de 1999, durante un partido de Liga, hizo lo mismo tras marcar el gol en el Camp Nou que suponía el empate a dos.