La Habana, 20 sep (PL) El Tour de Francia culmina hoy en los capitalinos Campos Elíseos, tras un trayecto de 122 kilómetros que debe encumbrar al esloveno Tadej Pogacar, quien sería el segundo más joven en conquistar la Grande Boucle.
La vigesimoprimera etapa, la cual pone fin a casi tres mil 500 kilómetros de pedaleo por la geografía francesa, se presenta de puro trámite para el ciclista de 21 años del UAE Team Emirates, inmenso la víspera en la contrarreloj con llegada en la ya mítica cota de la Planche des Belles Filles.
Pogacar desarrolló un ritmo endemoniado para devorar los 57 segundos de desventaja con los que arrancó el tramo 20 respecto a su compatriota Primoz Roglic (Jumbo-Visma), y no paró hasta relegarlo a casi un minuto en la clasificación para el maillot amarillo, una diferencia prácticamente insalvable.
Para buscar un ganador más joven del clásico del pedalismo mundial habría que remontarse a 1904, cuando el local Henri Cornet dominó la competencia con apenas 19 años y 352 días.
El año pasado, el colombiano Egan Bernal (Ineos) había conseguido convertirse, con 22 años, en el más bisoño en triunfar en el Tour de Francia en 110 años, una hazaña que parecía difícil de superar.
La actuación brillante de Pogacar no se limita a la general, ya que ayer desbancó en la Planche des Belles Filles al ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) para adueñarse de la categoría de rey de la montaña, recordando por supuesto que también sería el mejor entre los jóvenes.
Roglic es consciente de que los milagros no abundan y su frustración resulta inmensa, después de liderar el Tour desde la novena etapa y ser catalogado por unanimidad virtual campeón de la edición 107.
Por equipos, el Movistar debe conseguir retener la corona, mientras el irlandés Sam Bennett (Deceuninck-Quick-Step) luciría con orgullo el maillot verde de la regularidad, una conquista notable si se considera que el eslovaco del Bora-Hansgrohe Peter Sagan solo lo ha perdido una vez en los últimos ocho años, en 2017.