Madrid, 28 oct (EFE).- El Barcelona dio un golpe encima de la mesa y dejó atrás sus líos administrativos para hablar sobre el terreno de juego con una victoria de prestigio ante el Juventus (2-0) en la que apareció la mejor versión del argentino Lionel Messi, que recuperó la sonrisa pocas horas después de la dimisión de Josep Bartomeu.
Ousmane Dembélé celebra el 0-1 en el Juventus vs Barcelona (EFE).
Si Messi vuelve, el Barcelona funciona. Y eso ocurrió sobre el Juventus Stadium, donde el equipo de Ronald Koeman olvidó la derrota ante el Real Madrid el pasado fin de semana con un gran partido coral que comenzó con el tanto de Ousmané Dembélé, que abrió el encuentro con un disparo desde fuera del área.
Después, el Barcelona, al ritmo de un gran Pedri, ya un hombre de confianza para Koeman, y del mejor Messi, pudo aumentar la renta, pero los hombres de arriba como Antoine Griezmann no estuvieron acertados. Y, entre medias, Álvaro Morata vio como se le anulaban hasta tres goles por fuera de juego. Todo un récord que desesperó al delantero español, resignado al final con el gol de penalti que transformó Messi para dar otros tres puntos a un equipo que vuelve a ser candidato a la victoria final.
En el otro encuentro del grupo del Barcelona, el G, el Ferencvaros rescató un punto ante el Dinamo de Kiev sobre la bocina. Perdía 1-2 hasta la aparición de Franck Boli, que en el tiempo añadido empató y dio el primero punto al conjunto húngaro.
En el grupo E, el Chelsea dio un golpe de autoridad con una victoria contundente que hizo olvidar el empate de la jornada inaugural ante el Sevilla en Stamford Bridge (0-0). Ganó 0-4 al Krasnodar, que sufrió el último arreón de los hombres de Frank Lampard, inspirados en el tramo final del choque.
Hasta el tanto de penalti de Timo Werner, el 0-2 en el minuto 76, el Krasnodar mantuvo la esperanza de intentar contrarrestar el tanto inicial de Callum Hudson-Odoi en el primer acto y sumar un empate. Sin embargo, el acierto de Werner fue su sentencia y entre Hakim Ziyech y Christian Pulisic, cerraron la fiesta del Chelsea en Rusia.
Después, el Sevilla también estrenó su casillero de victorias tras superar con un resultado excesivamente corto al Rennes (1-0). Con muy poca puntería pero en un partido muy serio en todas sus líneas, el equipo de Julen Lopetegui tuvo que esperar hasta el último tramo para conseguir los tres puntos.
Fue Luuk de Jong quien finalmente dio en la diana. A los 58 minutos hizo justicia en el marcador después de aprovechar un gran centro desde la banda izquierda del argentino Marcos Acuña que prolongó con una volea espectacular. Fue suficiente. Después, Joan Jordán pudo sentenciar, pero se encontró contra el larguero y el Sevilla aguantó la tensión para igualar al Chelsea en la cabeza de su grupo.
El París Saint-Germain también recuperó el pulso a la competición y tomó oxígeno frente al Istanbul Basaksehir. La victoria ante el Manchester United obligaba al cuadro galo a sumar y no desperdiciaron su oportunidad pese a perder al brasileño Neymar en la primera parte por una lesión muscular. Su sustituto, Pablo Sarabia, fue clave para dar al equipo de Thomas Tuchel más profundidad a un duelo en el que el PSG estaba atascado.
Demasiado partido por el exceso de atacantes, la marcha de Neymar ofreció más estabilidad y llegaron las mejores ocasiones con un aviso del mismo Sarabia y con el primero gol de Moise Kean tras rematar un córner de cabeza. Después, en la segunda parte, repetiría para marcar a placer una asistencia de Kylian Mbappe con la que el PSG sumó sus primeros puntos.
Mientras, el líder, el Manchester United, se enfrentó al Leipzig, tercer candidato a alcanzar los octavos de final, y contra el que ganó su segundo partido (4-0) para hacer pleno de puntos. Con el uruguayo Edinson Cavani en el banquillo, fueron Mason Greenwood y Marcus Rashford quienes dieron la nota de calidad para sorprender al conjunto alemán.
Primero, Greenwood abrió el marcador en el acto inicial tras aprovechar una asistencia de Paul Pogba para batir en un mano a mano a Péter Gulacsi. Después, el mismo Greenwood asistió a Rashford, que tampoco falló frente al portero del Leipzig y al que volvió a batir en otras dos ocasiones para sellar un triplete en apenas media hora con el que sentenció al cuadro alemán. El tanto de Anthony Martial desde el punto de penalti, completó una goleada que impulso al conjunto inglés.
Tampoco falló el Borussia Dortmund, que se recuperó de la derrota frente al Lazio de la primera jornada. El Zénit, que se ha quedado con el casillero a cero, presentó resistencia hasta casi el final, cuando sucumbió con los gol de Jadon Sancho (de penalti) a los 78 minutos y de Harold Haaland, que marcó en el 91 el gol de la sentencia.
Por encima del club alemán en el grupo F están el Lazio y el Club Brujas. Ambos suman cuatro puntos después de empatar 1-1 en Bélgica. El argentino Joaquín Correa adelantó al equipo italiano en el primer acto gracias a un zurdazo desde fuera del área y Hans Vanaken empató desde el punto de penalti en el segundo. Al final, reparto de puntos justo que deja el grupo F con tres candidatos y un equipo grogui, el Zénit.