La Habana, 15 jun (PL).- Granma y Matanzas, agigantados a un nivel superlativo, sellaron respectivas barridas sobre Ciego de Ávila (9-2) y Sancti Spíritus (5-3) para citarse en la final del béisbol de Cuba por segundo año consecutivo.
Como en un giro de 360 grados, Alazanes y Cocodrilos volverán al mismo punto: discutir el banderín, después de no dejar margen a dudas y sentenciar 4-0 sus cotejos semifinales ante Gallos y Tigres, que concluyeron en los puestos tres y cuatro de la competición, en ese orden.
Pese a las miradas incrédulas de especialistas y fanáticos, incapaces de creer lo sucedido, los ganadores mantuvieron un dominio total en sus eliminatorias y moldearon auténticas obras de arte en cada salida a los terrenos, para ratificarse como las mejores selecciones de la isla.
Con tres de sus principales figuras contratadas en clubes extranjeros, el mánager Carlos Martí movió sus fichas de manera cuasi perfecta y solventó la oposición de los avileños, que nunca encontraron la fórmula para revertir el embrujo y dar riendas sueltas a sus aspiraciones.
En el último pleito, el line up conservó su andar imparable y los 14 hits resultaron suficientes para apoyar la labor de los lanzadores en un enmudecido estadio José Ramón Cepero, donde cerca de cuatro mil personas se congregaron para vivir el momento.
Mientras, los Cocodrilos contaron –otra vez- con la faena monticular del zurdo Dariel Góngora (6.0, 3C, 5H, 2BB) y el diestro Noelvis Entenza (3.0, 0C, 3H, 1K), además del bateo del jardinero Ariel Sánchez (4-2, 2CI, 1CA, 1-2B) y el antesalista Jefferson Delgado (3-1, 1CI, 1CA, 1HR), autor del único jonrón del pleito.
Tras más de cuatro meses de desafíos, la 61 Serie Nacional de Béisbol tiene lista su cartelera de cierre: Granma versus Matanzas, con el primero en el papel de monarca defensor y el segundo deseoso de conocer el sabor de la revancha en materia de bolas y strikes.