La Habana, 21 jul (JIT).- El Comisionado de la Major League Baseball (MLB), Robert Manfred, ha reconocido en las últimas horas que su entidad no tiene capacidad para modificar las reglas de convocatoria fijadas por la Federación Cubana de Beisbol (FCB).
Sus palabras, que vienen a funcionar en algunos como el “descubrimiento del agua fría”, responden a las presiones impuestas desde Miami por los promotores de la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales, una agrupación surgida recientemente con claros y declarados objetivos políticos.
Además de intentar agredir a la FCB y la estabilidad de sus relaciones internacionales, la Asociación pretende obtener la potestad para presentar equipo al Clásico Mundial de Beisbol de 2023, en clara usurpación de los derechos legítimos otorgados desde hace décadas a la federación cubana de este deporte.
Mucho lobby han hecho sus promotores en las últimas semanas para lograr sus propósitos, condenando sobre todo que la FCB excluye de sus nóminas a peloteros que hayan abandonado delegaciones en eventos internacionales de diferente nivel.
Manfred simplemente recordó ante periodistas que el Clásico Mundial de Beisbol está avalado por la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés), organismo rector de este deporte a nivel internacional.
«Las competiciones internacionales tienen sus reglas, como el Clásico, para que sean avaladas», señaló Manfred ante la Asociación de Escritores de Beisbol de Estados Unidos. «Una de esas reglas es que la Federación Cubana de Beisbol selecciona a los integrantes de su equipo», agregó.
La FCB ha reiterado que no es un ente gubernamental, que opera legítimamente en la Isla y posee absoluto reconocimiento de las organizaciones del beisbol internacional.
Además ha defendido su derecho a convocar a los atletas para sus selecciones nacionales, y a considerar que el abandono de un equipo Cuba durante una lid internacional califica como la falta más grave que pueda cometer un atleta, desde el punto de vista deportivo, ético y moral, sin adentrarse en lecturas políticas.
En las últimas horas se escuchan los lamentos, las acusaciones y las convocatorias a senadores y congresistas para que presionen a la MLB por una “decisión” o más bien por una declaración que resultaba obvia desde el principio.
Nadie en su sano juicio, queriendo proteger el Clásico y las muchas alianzas que lo habilitan, derribaría el papel protagónico y bien ganado de la FCB. Además de incurrir en una agresión de libro, sentaría un pésimo precedente para el movimiento olímpico. Recordemos que la WBSC también radica en Lausana, muy cerca del COI.
Al parecer, el Clásico de 2023 empieza a calentar con las pelotas correctas. Ya veremos...