Simultánea, Omar Almeida
La Habana, 11 dic (Pl) El ajedrecista cubano Omar Almeida implantó un récord nacional de partidas simultáneas con cronometraje, al enfrentar a 32 adversarios y alcanzar el 81 por ciento de los puntos en juego, divulgó el semanario Jit.
Almeida, un Gran Maestro (GM) integrante de la preselección nacional, ganó 23 desafíos, acordó seis tablas y perdió ante tres rivales en el capitalino Hotel Plaza.
Ese resultado fue suficiente para validar la plusmarca, pues necesitaba el 65 por ciento de las unidades posibles.
Un reto importante, una prueba exigente. Estoy muy contento de haber podido marcar el récord, dijo Almeida tras casi cuatro horas de juego frente a ajedrecistas con acumulados de mil 400 a mil 999 puntos Elo.
En cada partida contó con dos horas y 30 minutos, más de 30 segundos de incremento luego de cada movida y sus rivales dispusieron de 45 minutos y 10 segundos adicionales.
No terminé tan cansado, pero tuve varios apuros de tiempo y eso podía complicar las posiciones, precisó el GM.
Almeida enfrentó a niños del Centro de Estudios de Ajedrez Isla, la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Mártires de Barbados y aficionados de la tercera edad.
Además, superó la marca de José Raúl Capablanca, monarca mundial de 1921 a 1927, quien según historiadores concretó frente a 10 tableros.
Un honor ser el nuevo recordista, pero todavía más por suceder a un genial jugador como Capablanca, aseveró el GM cubano.
«Estamos demostrando que el ajedrez está tan vivo como siempre en Cuba. Todos tenemos el compromiso de mantenerlo así», expresó la Gran Maestra cubana Vivian Ramón, directora del Isla, quien tuvo el honor de realizar la primera jugada de honor.
«Coincidentemente hoy hubiera sido el cumpleaños 70 de Guillermo García. Homenajearlo de esta manera es lo mejor que puede suceder», confesó Ramón a Jit tras reconocer que las simultáneas resultan ideales para promocionar el llamado juego ciencia.
Cada participante recibió de regalo el libro «Un grande conocido como Guillermito», en que sus autores Danilo Buela y Jesús G. Bayolo recrean la trascendencia del gran maestro cubano, fallecido en 1990 en un accidente de tránsito.