Almanza
La Habana, 26 may (RHC).- No será de las grandes corredoras del mundo en 800. Pero si existiera un premio a la perseverancia, la cubana Rose Mary Almanza sería medallista.
A los 31 años acaba de correr el domingo en el Meeting de Forbach (Francia) 1.58.89 (SB), bien por debajo del 1.59.30 exigido por World Athletics (WA) para sellar su boleto a París-2024.
La camagüeyana, alumna del profesor cubano Nelson Gutiérrez (reside en Ecuador) no ha podido brillar en tres citas anteriores bajo los cinco aros: “ojalá a la cuarta sea la vencida”
Serán sus cuartos juegos olímpicos. Así mismo, leyó bien. Se dice fácil, pero los que alguna vez han devorado kilómetros bajo un sol picante y un calor sofocante, saben que para mantenerse más de una década en la élite se requiere de un esfuerzo monumental.
Y más, si sabemos que el camino de la campeona mundial con el 4x400 en Silesia 2021, monarca mundial universitaria y multicampeona regional, ha sido duro, a veces hasta rocoso.
Algunos han querido mirarla en el espejo de Ana Fidelia, de Zulia, de Yeya… Pero en el deporte solo uno puede ser el campeón. Para Almanza hasta llegar a ser tomada en cuenta fue difícil. El atletismo cubano tenía hace una década varias figuras de prominencia, y para ir a Europa había que demostrar que podías estar en la élite. Y Almanza lo demostró. Pero si llegar fue difícil, mantenerse ha sido un dilema, intercalado con algunos desempeños notables.
La familia del atletismo siempre ha esperado más de ella. Y hasta cierto punto es lógico. Si corres 1.56.28 estas entre las mejores del mundo, y hay que contar contigo en cualquier escenario. Pero los 800m no solo correr contra el crono, sino pura táctica, una carrera a veces veleidosa. Y a la hora cero la voluntariosa atleta a veces no ha podido.
Pero, por más amargo que hayan sido los tragos ha seguido guerreando, sorteando obstáculos, decepciones, cambiando de entrenadores. Cuando ya casi no contaban con ella ha probado suerte lejos de los suyos, primero con el profesor Francisco Ayala (Guatemala) y luego con Nelson Gutiérrez (Ecuador). Y sigue ahí.
Jamás la hemos podido ver en una final olímpica. Alguna vez quedó cerca, pero “cerca” no va a los libros.
Su voluntad de acero la ha hecho ganarse admiración, simpatía. La fenomenal Marileidy Paulino, con la que mantiene una linda amistad, la ha bautizado como “la dura”. Y este domingo, la dominicana fue una de las primeras en felicitar a la dura, cuando escribió en las redes sociales, “sigue creyendo”.
Una vez titulé: “Cuando segundas partes también son buenas”. En poco tiempo aquel atleta se convirtió en figura en su deporte.
Hoy, a menos de dos meses de París-2024, se me ocurre titular: “Ojalá a la cuarta sea la vencida”.
Almanza es de esos deportistas que, a pesar de decepciones y adversidades, nunca se rinden.
Participaciones de Almanza en juegos olímpicos
Londres 2012 6ta en semifinales
Rio 2016 3ra en su heat
Tokio 2020 (2021) 4ta en semifinales