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La Habana, 13 jul (JIT) La triplista cubana Leyanis Pérez volvió a dar otra muestra de estabilidad con su triunfo en el Mitin Internacional de Atletismo Herculis EBS de Mónaco, novena parada de la Liga del Diamante 2024.
La subcampeona mundial bajo techo de Glasgow 2024 consiguió ahora un inalcanzable salto de 14,96 metros, su mejor registro oficial en una temporada en la que archiva otros dos éxitos en fases del prestigioso circuito.
La joven pinareña firmó su tope de la jornada en el quinto intento, al que llegó con una marca de 14,95 registrada con su tercer salto que también le hubiese asegurado el triunfo.
Estampó además en su secuencia brincos de 14,67 y 14,87 metros, con dos fouls intercalados, prueba de que se mantiene entre las principales candidatas al podio de la especialidad en los Juegos Olímpicos de París 2024.
«Lo mejor de lo visto hoy ha sido esa estabilidad. Para nadie es un secreto que vamos buscando los 15 metros válidos y sabemos que es cuestión de tiempo», comentó a JIT el entrenador Ricardo Ponce, quien prestó atención a otros detalles técnicos para mejorar el trabajo planificado.
«Esto parecía una final adelantada de los Juegos Olímpicos, esa marca puede llegar allá», reconoció el experimentado técnico, consciente de las capacidades de su pupila.
Leyanis llegó hasta los 15,16 metros en la reunión internacional de Guadalajara, en España, celebrada el pasado día 23 de junio, pero con viento a favor superior al permitido para la homologación.
En la parada de Mónaco la dominiquesa Thea Lafond (14,87) se situó en la segunda posición, y por detrás quedó la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk (14,67).
La también vueltabajera Liadagmis Povea, otra de las animadoras de la justa de París 2024, cerró su presentación de este viernes en el sexto escaño con un buen registro de 14,27 metros, teniendo en cuenta que competía por segunda vez en la presente campaña.
RÉCORD MUNDIAL Y FABULOSAS MARCAS
Aunque la carrera de 2 000 metros no aparece entre las pruebas olímpicas, esta vez atrajo todas las miradas gracias a la australiana Jessica Hull, quien cubrió la distancia sobre la pista del estadio Luis II en 5:19.70 minutos, para rebajar casi dos segundos al la récord mundial que pertenecía a Francine Niyonsaba, de Burundi.
La inusual convocatoria dejó además para los libros dos plusmarcas de área y cinco con carácter nacional.
En los 800 metros para hombres se vivió otro espectáculo de lujo, cuando el argelino Djamel Sedjati paró los cronómetros en 1:41.46 minutos, válidos para fijar nuevos topes de su país y el circuito, a la vez que se inscribían como el mejor crono de la temporada. Pero habría que empezar diciendo que se trata de ¡la tercera mejor marca de la historia!
Sin embargo, los asombros se multiplicaron, porque el español Mohamed Attaoui (1:42.04), su escolta en la meta, también entró en el top ten de todos los tiempos, anclando en el noveno puesto. Se convirtió, además, en referente de la distancia para la nación ibérica, y como si no fuese suficiente, otros cinco corredores cruzaron la línea con registros inferiores a los 1:43.00 minutos.
El polémico noruego Jakob Ingebrigtsen no dejó espacio a la casualidad, esta vez corriendo los 1 500 metros en 3:26.73 minutos, desde ahora la mejor marca conseguida por un europeo, e inédita en el presente curso.
A su vez, la irlandesa Rhasidat Adeleke (49.19 segundos) envió con su triunfo en los 400 metros claras señales de lo que pudiera hacer en París 2024, y algo similar hizo el botsuanés Letsile Tebogo (19.87), al batir a todos sus rivales en el doble hectómetro.
Como otra final olímpica adelantada se esperaba la versión masculina de los 400 metros con vallas, y la realidad no defraudó. Como anticipo, el estadounidense Rai Benjamin sacó la mejor parte en los metros finales y ganó con 46.67 segundos. El noruego Karsten Warholm (46.73)-recordista del orbe y campeón de Tokio 2020- entró segundo, por delante del brasileño Alison Dos Santos (47.18).
