Escalada
La Habana, 15 nov (JIT).- Fomentar el interés por la escalada y sumar posibles practicantes a la comunidad que crece en varias zonas de Cuba forman parte de los objetivos del primer taller dedicado a ese deporte en Cuba, que acogió la Escuela Ramal del Inder.
El encuentro tendrá dos momentos –teórico y práctico– y los conocimientos son impartidos por Aníbal Ernesto Fernández, instructor con más de 30 años de experiencia en una disciplina que debutó en el contexto olímpico durante la edición de Tokio 2020.
«Nuestro propósito es educar sobre el funcionamiento de la escalada, promover su desarrollo y, por qué no, también hacer una red de amigos con un gusto común», aseguró a JIT Aníbal, enamorado de una actividad a la que dedica muchas horas.
Ante un auditorio colmado de hombres y mujeres de diversas edades –no hay que ser necesariamente joven para la práctica– el experto se refirió a los inicios de este deporte, sus primeras competiciones internacionales, la posibilidad de hacerlas en escenarios naturales o artificiales y el uso de los imprescindibles medios de protección.
Reconoció con orgullo que en Cuba nunca se ha lamentado un accidente fatal de practicantes y mencionó la zona de Viñales, en Pinar del Río, como una de las más hermosas para disfrutar de la escalada.
En La Habana, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, además del mencionado paraje pinareño, se concentran las mayores comunidades de amantes de la escalada y la meta radica en que se sumen cada vez más territorios.
Especialistas de la dirección de recreación del Inder aseguraron que este taller es solo el inicio de un programa más amplio vinculado con los llamados deportes extremos y se dan pasos para organizarlos dentro de una federación nacional.
«Tenemos trazada una estrategia, porque por ahora es un grupo de trabajo. El sueño es ganar en organización hasta lograr esa meta», comentó Luis Leocadio Valdés, metodólogo de recreación.
Los participantes en el taller tendrán la oportunidad este viernes de llevar la teoría a la práctica. Para ello utilizarán la pared artificial colocada en las inmediaciones del capitalino río Almendares, cuyas vías de 8,14 y 8,34 metros le convierten en escenario ideal para enseñar los rudimentos de esta especialidad.