Foto: Tomada de Facebook
La Habana, 19 ene (RHC) Con profundo pesar se conoció el fallecimiento de Lázaro Arístides Betancourt Mella, un hombre que dejó huellas en el sistema deportivo cubano desde su pasión por el atletismo.
Nacido en Matanzas hace 88 años, destacó entre los pioneros del Deporte Rey en la Isla, al que dedicó su vida después del triunfo de la Revolución en 1959.
Gracias a su talento como corredor se consagró en los 110 metros con vallas, especialidad en la que se codeó con los mejores del mundo.
Ganó varias medallas en Juegos Mundiales Universitarios, así como en citas multideportivas regionales y continentales.
Asistió a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, cita en la que el campo y pista de la Isla hizo historia con la medalla de plata conquistada por Enrique Figuerola.
Lázaro Betancourt formó, además, parte de la delegación del Cerro Pelado y fue una de las figuras importantes en los años que se sentaron las bases de un sistema que a partir de la práctica masiva consolidaría grandes resultados a nivel universal.
Después de cerrar su etapa como competidor de alto rendimiento, se dedicó transmitir sus saberes como entrenador del equipo élite, antes de asumir como comisionado nacional. Por muchos años fungió como asesor de la federación cubana de ese deporte.
Sus conocimientos le convirtieron en pilar para la preservación y difusión de la historia del atletismo en Cuba y el mundo. Formó parte de la comisión técnica de la IAAF –ahora World Athletics- y recibió en 2003 el Botón de Veterano de ese organismo.
Estuvo entre las personalidades exaltadas en 2005 al Salón de la Fama la Confederación de Atletismo de Centroamérica y el Caribe (Cacac), colaboró como coautor de varios libros dedicados a temas como el entrenamiento deportivo y las estadísticas en el atletismo.
A propósito de la triste noticia, el presidente del Inder, Osvaldo Vento Montiller, escribió en la red social X: «Duele profundamente el fallecimiento de Lázaro Arístides Betancourt Mella, ícono del atletismo cubano».
Y añadió: «Más allá de sus lauros como competidor, deja una obra pedagógica marcada por el amor y la dedicación con que asumió cada tarea. Nuestras condolencias para familiares y amigos».
Llegue a también la de los miembros de la Federación Cubana de Atletismo, su comisión nacional, JIT y todo sistema deportivo cubano.
Por decisión familiar su cadáver fue cremado, y en coordinación con el Inder se ha decidido organizar las honras fúnebres en el Estadio Panamericano, el próximo martes 21 de enero a partir de las 10:00 a. m. (Tomado de JIT).