El velocista sudafricano Wayde van Niekerk, campeón mundial de los 400 metros planos, podría conquistar su primera corona olímpica el próximo agosto en Río de Janeiro.
Sin embargo, el joven sprinter de 23 años, también con posibilidades de preseas en 100 y 200 metros lisos, solo apostará en darle una vuelta al óvalo, en los Juegos Olímpicos del próximo verano, al menos así comentó a los medios de prensa en una reciente entrevista.
"Para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro estoy puramente centrado en los 400 metros", remarcó.
Seguirá, de esa forma, el olfato de su entrenadora, la septuagenaria Anna Botha, a quien le debe mucho de sus actuales éxitos.
Van Niekerk confirmó su clase tras convertirse en el primer hombre en la historia en derribar la triple barrera de 10 segundos en 100 metros, de 20 en 200 y de 44 en 400.
La hazaña la avaló la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) después que lograra 9.98 segundos en los 100 metros en la carrera celebrada el 12 de marzo en Bloemfontein, provincia de Free State, al sur de Pretoria.
"Es una locura", escribió en su cuenta de twitter, donde también expresó: "Estoy muy agradecido por este momento y agradecido por el apoyo de todos".
Es el segundo corredor sudafricano que rompió la línea de los 10 segundos en el hectómetro en una semana, pues su compatriota Akani Simbine había establecido un récord nacional de 9.96 en Pretoria días antes.
Van Niekerk, nacido 15 de julio de 1992, cuenta con un registro en los 200 metros de 19.94 y de 43.48 en los 400, cuando se agenció su título del orbe en Beijing el pasado año.
Justo desde el bronce del keniano Samson Kitur en Stuttgart-1993, ningún otro africano había subido al podio mundial en 400.
Antes, en Roma-1987, el nigeriano Innocent Egbounike poseía el mejor resultado para el continente al ubicarse segundo, detrás del alemán Thomas Schoenlebe.
En China, Van Niekerk superó al monarca anterior, el estadounidense LaShawn Merritt, y al campeón olímpico, el granadino Kirani James. Y con su espectacular 43.48 se colocó cuarto en el ranking de todos los tiempos.
Su entrenadora Botha le convenció de dejar los 200 metros y adoptó con él un rol "maternal y protector", según lo definió el sitio Spikes de la IAAF.
La namibia es responsable de la decisión, que hace ya dos años tomó Van Niekerk, de pasar de los 200 a los 400 metros por las reiteradas lesiones en los isquiotibiales -grupo muscular con inserciones en la pelvis y en la tibia-, que no le permitían terminar una temporada completa.