Ciego de Ávila, Cuba, 17 abr (PL) Los tigres de Ciego de Ávila derrotaron el domingo 8-0 a los vegueros de Pinar del Río en el séptimo y último juego de la gran final del béisbol cubano y revalidaron así el título de campeones nacionales.
Los avileños resurgieron tras perder los partidos cuatro, cinco y seis de la serie, y lograron imponerse de manera brillante, amparados en una gran producción ofensiva y en la excelente labor del derecho Dachel Duquesne, el Jugador Más Valioso de los playoffs.
Para los tigres este representó el tercer título en la historia del club, todos en los últimos cinco años, tras coronarse también en las campañas 2011-2012 y 2014-2015, siempre bajo la dirección de Roger Machado.
Mientras, Pinar se quedó a las puertas tras la mayor remontada de todos los tiempos en el béisbol cubano, pues perdieron los tres primeros partidos por 4-9, 1-2 (en 13 entradas) y 5-6, y luego ganaron los siguientes tres por 6-3, 8-7 y 7-3 para empatar 3-3 la finalísima, sin embargo, fueron incapaces de rematar la proeza.
En el juego final los avileños tomaron la delantera en el tercer capítulo, al fabricar dos anotaciones luego de dos outs. La primera carrera entró impulsada por sencillo a la pradera izquierda de José García y la segunda por doblete a lo profundo del jardín derecho de Yoelvis Fiss, ante el abridor pinareño Erlys Casanova, perdedor del encuentro.
En el final del quinto inning, los tigres volvieron a la carga, nuevamente después de dos outs, y marcaron un rally de tres carreras para darle ventaja decisiva a Duquesne, frente a miles de fans congregados en el estadio José Ramón Cepero de esta ciudad.
Osvaldo Vázquez remolcó la primera anotación de ese quinto episodio con imparable por el campo corto (el torpedero pinareño Michael González estuvo a punto de fildear la conexión, de línea), mientras Guillermo Avilés impulsó las otras dos con descomunal jonrón entre los jardines derecho y central.
Todo quedó definito en el sexto episodio, cuando los tigres marcaron otro racimo de tres carreras, coronado por doblete al jardín izquierdo de Luis Robert Moirán.
Del resto se encargó Duquesne, quien se acreditó su tercera victoria en la postemporada, segunda en la gran final, con un soberbio trabajo durante siete entradas completas, en las que permitió seis hits -todos sencillos-, y no admitió anotaciones a la toletería pinareña.
Con ventaja 8-0, Machado envío al ruedo en el octavo inning a su mejor relevista, el derecho Yenier Cano, para cerrar el duelo. El espigado lanzador de 21 años retiró a los seis bateadores que enfrentó, con un ponche incluido, para sellar el triunfo.
Por los campeones, los mejores bateadores de la gran final fueron Fiss (dos dobletes, una impulsada y una anotada), Vázquez (tres sencillos, una impulsada y una anotada), Avilés (sencillo y jonrón, dos impulsadas) y Moirán (doblete, dos remolcadas y una anotada).
Este domingo jugó su último partido en series nacionales el villaclareño Ariel Borrero, refuerzo de Ciego de Ávila para la parte final de la temporada, líder histórico de dobles en certámenes domésticos, con 412.
Pinar del Río fue incapaz de mantener su hegemonía en los séptimos juegos de los playoffs, al caer este domingo por primera vez, tras haber ganado todas las veces anteriores, cinco en total.
Con esta coronación, Ciego de Ávila se reafirmó como el mejor y más estable equipo de Cuba en la actualidad, tanto desde el punto de vista de talento como de dirección y selección de refuerzos.