Rio de Janeiro, 16 mayo (RHC) El relevo cubano de 4x400 metros resultó descalificado este lunes en el Iberoamericano de Atletismo con sede en esta ciudad, al cometer una infracción en el tercer y último cambio.
Lo que pudo ser un cierre de oro para el atletismo cubano se transformó en un trago amargo, pues los chicos llegaron al evento con credencial de favoritos y habían dominado la final con amplitud y excelente crono de 3:00.92 m.
Pero mientras festejaban el triunfo asediados por periodistas - hubiera significado el segundo tiempo del año- quedaron perplejos al ver como las pantallas del estadio anunciaban el resultado.
Sus rostros denunciaban alguna incorreción en la carrera, que no admitía reclamación y abandonaron la pista cabizbajos.
Luego uno de los jueces y profesora Eloína Kerr explicaron que el mejor hombre de la posta, el cerrador Yoandys Lescay, pisó una zona inadecuada mientras tomaba el testigo para el cierre.
Demás está explicar que Lescay y sus compañeros- Williams Collazo, Adrián Chacón y Osmaidel Pellicier- corrieron a gran altura, al acercarse, sin estar al tope de la etapa competitiva, a su marca del Mundial de Beijing-2015 (2:59.80), cuando formaba aún parte del grupo el campeón panamericano Raidel Acea.
“Aspirábamos al oro, pero estoy tranquila, porque pudieron terminar la carrera y el tiempo me dice que están para un gran resultado. Solo hay que pulir detalles”, comentó a Radio Habana Cuba la entrenadora Eloina Kerr.
Y ello es tan cierto como que la tierra es redonda, pero la descalificación no debe pasar inadvertida. Costó digerirla, más que todo porque se trataba de la apuesta más sólida de la pequeña delegación de Cuba en el Ibero, que terminó dominando Brasil con 52 medallas (16-17-19).
Al tunero Lescay, apenas 24 horas antes el héroe del torneo al dominar la final de 400 metros ante el mismísimo subcampeón olímpico Luguelín Santos, tocó está vez el papel de villano, aunque fuese por su temperamento y coraje.
A pesar de sus 22 años, compite como un “león”, bueno…, como un cubano.
Pero, con eso solo no se gana, se necesita también aplomo, pulir la técnica, hurgar en el reglamento, llevar de la mano teoría y práctica. En fin, se necesita carretera
No es la primera vez que algo similar le ocurre a un deportista cubano en plena competencia, por lo que el tema invita a la reflexión.
Frescos están aún en la memoria fatales ejemplos en el ciclismo, el taekwondo, el judo.
No obstante, la prueba reafirmó las potencialidades del relevo cubano, dueño de medallas olímpicas y mundiales.
El Memorial Barrientos está al doblar la esquina, y luego otra competencia y después otra más. Constituirán nuevas oportunidades para los muchachos de las profesoras Eloina Kerr y Amarilis Hernández de demostrar su linaje. Será la revancha que les dará la vida.