Washington, 12 ago (RHC-PL) El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció los avances de China en su transición económica de las manufacturas a los servicios, pero consideró que será un proceso complejo y lleno de baches.
Según el pronóstico, el gigante asiático experimentará una gradual ralentización del Producto Interno Bruto (PIB), que en 2016 crecerá 6,6 por ciento, mientras en 2017 el avance será de 6,2 puntos porcentuales y de seis por ciento durante los dos años siguientes.
A juicio del FMI, "la transición económica de China seguirá siendo compleja, difícil y potencialmente llena de baches", con riesgos mayores debido a una expansión basada de manera excesiva en el crédito, incluidos los préstamos a las empresas públicas.
Un crecimiento económico dependiente del crédito resultaría "insostenible", opinó el organismo, aunque reconoció las mejorías a corto plazo gracias a las políticas de estímulo en materia fiscal y monetaria.
"Sin reformas, el crecimiento se mantendrá alto en el corto plazo, pero probablemente se debilitará aún más a medio plazo y aumentarán las probabilidades de una fuerte desaceleración de la economía", recalca el análisis.
Actualmente China impulsa una transición estructural de su economía basada en tres pilares: aumentar el peso del sector de los servicios en detrimento de la industria, reducir la importancia de la inversión pública para otorgar mayor protagonismo al consumo interno y bajar la dependencia del crecimiento a partir del crédito.
El avance en estos tres frentes resulta desigual, pero hay "grandes progresos" en lo primero, un avance "razonable" en lo segundo, pero "muy poco" en lo tercero, consideró el FMI.
En estos momentos, el endeudamiento se halla todavía en un rango manejable, aunque sería aconsejable endurecer las restricciones presupuestarias a las compañías estatales, reestructurar o liquidar empresas endeudadas en exceso y reconocer las pérdidas y asumirlas entre las partes pertinentes, apunta el informe.
Igual importancia concede el FMI a la posible introducción de reformas para mejorar la estabilidad al sistema financiero chino.