La Habana, 22 agosto (RHC)- Entre los múltiples atractivos de la Ciénaga de Zapata, vasto paraje natural del occidente de Cuba, sobresalen sus playas de apariencia paradisíaca que captan la atención de centenares de vacacionistas en pleno verano, y son protegidas por las autoridades ambientales.
Ideales para el ocio, las playas del mayor y mejor conservado humedal del Caribe insular acogen hasta 20 000 bañistas en un solo día veraniego, cifra notable que representa más del doble de la población residente, con menos de 10 000 personas, según estudios recientes.
Disfrutar del sol y la arena se mantiene, especialmente en los meses más cálidos del año, entre las opciones de entretenimiento más populares también en la Ciénaga de Zapata, donde no faltan alternativas relacionadas con el disfrute de la naturaleza nativa.
Sectores como Playa Larga, Los Pinos y Caletón se ubican como los más concurridos en los meses de julio y agosto, al igual que Playa La Máquina, donde en la actualidad persiste el reto de solucionar el problema de contaminación causado por un asentamiento ilegal.
Aunque en general los vacacionistas no se preocupan demasiado por el impacto que ocasionan al paisaje costero, los científicos si lo hacen, y en el gran humedal desarrollan periódicos monitoreos para comprobar la salud de esos parajes tan codiciados.
La gran afluencia de bañistas, según revelan las investigaciones, no afecta por sí sola a las playas de la región que permanecen en buen estado, aunque sí trae consigo un ascenso de la carga contaminante en el agua y la arena.
Como expresión de indisciplina social los desechos se acumulan por la acción de personas que deliberadamente atentan contra la salud del ecosistema, y de ese modo niegan tal vez a otros la oportunidad de disfrutar en el futuro las bondades de uno de los parajes naturales más valiosos de la Isla.
Las playas del también municipio más extenso y menos poblado del país, pese a todo, gozan de buena salud, y así lo confirman los análisis de parámetros como la calidad del agua, según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Tras la temporada estival, buzos profesionales, investigadores ambientalistas y otros miembros de las comunidades del humedal toman el lugar de los bañistas con el fin de resarcir los daños, y dejar libre de desechos la arena y el fondo marino, como parte de la campaña global "A limpiar el mundo".
Lo cierto es que mientras conserven su belleza distintiva, las playas de la Ciénaga de Zapata tendrán en el verano un desafío para su conservación, aunque para superarlo con éxito cuentan con la ayuda de estudiosos y defensores del medio ambiente en la Mayor de Las Antillas.
(por Roberto Jesús Hernández/ACN)