Brasilia, 29 sep (RHC) El Sindicato de los Petroleros del Estado de Río de Janeiro (Sindipetro-RJ) comenzó una huelga por tiempo indeterminado, en rechazo a la renovación del acuerdo colectivo de trabajo 2015-2017 y contra el desmonte de Petrobras.
El inicio del paro fue fijado a partir de la medianoche de este jueves y cesará solo cuando la empresa atienda las demandas de los trabajadores que son, entre otras, el reajuste del salario básico conforme a la tabla vigente en agosto último y con un incremento real de 10 por ciento, anticiparon fuentes gremiales, indica Prensa Latina.
El sindicato tampoco concuerda con la propuesta de la dirección de Petrobras, que prevé reducir en un 50 por ciento el valor de las horas extras prestadas en regímenes especiales de trabajo, "en flagrante prejuicio" para los empleados que laboran en tales condiciones y por tanto demandan mayor protección.
Por un lado, la empresa aumenta sus gastos con la remuneración de su alta administración y por otro quiere reducir el pago de horas extras de los trabajadores, haciéndolos laborar "exhaustivamente a precio de banana", dijo el Sindipetro-RJ en su página web.
Con relación al Plan de Negocios y Gestión 2017-2021 presentado por Petrobras y que prevé la venta de activos de la compañía por un valor total de 19 mil 500 millones de dólares, el gremio petrolero dijo discordar con el mismo.
No ignoramos, ni menospreciamos la deuda de Petrobras, pero entendemos que vender activos en un período de crisis económica no es el camino correcto para solucionar este problema, señalaron.
Sindipetro-RJ y la Federación Nacional de los Petroleios (FNP) consideran que Petrobras tiene un papel estratégico en el desarrollo socioeconómico de Brasil y necesita invertir y crecer más, con una mano de obra cada vez más calificada y con participación en toda la cadena productiva de la energía.
No es posible continuar ignorando que el gobierno golpista de Michel Temer está poniendo en práctica la entrega de la soberanía de Brasil y de sus riquezas, coincidieron en señalar las organizaciones.
Denunciaron además que "las maniobras de los golpistas constituyen una política radicalmente neoliberal que implica el desmontaje de las conquistas sociales, rebajas de salarios, pérdida de derechos laborales" y la entrega al capital extranjero del pré-sal, una de las últimas y mayores reservas de petróleo y gas del mundo.
Por su parte, la Confederación Nacional de los Metalúrgicos (CNM) convocó para hoy a un Día Nacional de Paralización bajo la consigna de "Ni un derecho menos", al cual espera adhieran alrededor de un millón de trabajadores.
Según valoró el presidente de la CNM, Paulo Cayres, toda la política industrial brasileña está en riesgo con el gobierno ilegítimo de Michel Temer.
En la agenda de equívocos que juegan contra la economía nacional y los metalúrgicos, destaca la decisión de Temer de comprar navíos producidos fuera del país, señaló Cayres, y recordó que el sector naval, que tenía 90 mil trabajadores, decreció hasta 35 mil "y en vez de estimular la producción de nuestros astilleros, vamos a contramano".