Santiago de Chile, 15 sep (RHC) La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), afirmó que el número de personas que sufre hambre en América Latina y el Caribe aumentó en 2,4 millones de 2015 a 2016.
En un comunicado de prensa de la oficina regional de la FAO instalada en esta capital, la entidad señaló que el número total de personas con hambre en la región alcanzó la cifra de 42,5 millones.
Según el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición en el Mundo 2017, la situación se relaciona con la desaceleración de las economías en líneas generales.
'El hambre está aumentado en América Latina y el Caribe por primera vez en la última generación. Esto es inaceptable y todos los latinoamericanos y caribeños deberíamos sentirnos personalmente ofendidos por este retroceso', apuntó la FAO.
El Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, aseveró que no se puede dar un paso atrás, 'poniendo en riesgo la salud, el bienestar o incluso la vida de miles de personas'.
Los datos muestran que el hambre en 2013 afectaba a 39,1 millones de personas (6,3 por ciento de la población regional), subiendo a 40,1 millones en 2015 (6,3 por ciento) y alcanzando 42,5 millones en 2016.
El informe señala que la prevalencia de la subalimentación se elevó hasta 11% a nivel global en 2016, lo que significa que 815 millones de personas sufren hambre.
Si bien los niveles de hambre siguen siendo bajos en América Latina y el Caribe en comparación con el resto del mundo en desarrollo, hay señales claras de que la situación se está deteriorando.
Este retroceso es especialmente fuerte en Sudamérica, donde el hambre creció de 5% en 2015 a 5,6% en 2016, lo que explica la mayor parte del incremento del hambre en la zona.
'América Latina y el Caribe solía ser un líder en la reducción del hambre. Ahora estamos siguiendo la preocupante tendencia mundial', dijo Berdegué.
El reporte es una publicación conjunta de la FAO, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de los Alimentos (PMA).
De acuerdo con Berdegué, la desaceleración económica de la región, producto de la caída de los precios de las materias primas que exporta y de la contracción económica mundial, ha impactado la seguridad alimentaria del área.
La contracción económica impacta sobre el empleo y el ingreso de las personas. Afecta los ingresos fiscales, con lo cual se reduce la capacidad de los gobiernos de mantener la protección de los hogares en condición de pobreza o vulnerabilidad', detalló.
El aumento del precio de los alimentos, también es un factor que podría estar incidiendo en las tendencias observadas, señaló Berdegué.
con informacion de prensa latina