La Habana, 4 feb (PL) Viñales es uno de los sitios más solicitados en los recorridos turísticos, por ello las autoridades aletan sobre un necesario incremento de la protección de esa región en el occidente del país.

En artículo publicado este domingo en el diario Juventud Rebelde se señala que los deslumbrantes valores patrimoniales de un sitio único en el mundo, están amenazados.

Agrega la nota que la preocupación apunta a violaciones, ilegalidades y sobrexplotación descontrolada, situación que obliga a diversas acciones 

El medio insiste en que Viñales, por sus dotes inigualables, llegó a erigirse como sitio predilecto para el divertimento natural, principalmente de visitantes foráneos, lo que puede ser potencial peligro para la salvaguarda de su exclusividad paisajística y su riqueza autóctona.

Recalca el texto que ese territorio es emblemático de la geografía cubana y mundial.

Se trata de un escenario especialmente agradable a la vista en el que se imbrican en total armonía un valle y su poblado, declarado Monumento Nacional en 1978, Área Protegida en 1998, Paisaje Cultural de la Humanidad en 1999, y categorizado como Parque Nacional en el año 2001.

Recuerda el diario, que si bien dicha declaratoria fue agasajo y orgullo para el país, por ser la primera zona de América Latina en alcanzar esa condición, nunca se ignoraron los riesgos que para un sitio paradisíaco como este tendría llamar la atención a nivel internacional.

La afluencia de visitantes a ese espacio creció, hasta el punto que datos del Ministerio de Turismo (Mintur) indican que en 2016 fueron más de 700 mil los visitantes, y 600 mil el pasado año.

El poblado se preparó para recibir cada temporada un mayor cúmulo de viajeros, al punto de llegar a tener en la actualidad dos mil 300 habitaciones de alquiler, 130 restaurantes privados (paladares) y cinco mil trabajadores por cuenta propia, sumado a cuatro hoteles.

Esos datos los aportó el presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en el lugar, José Antonio Valle, convencido de que proteger es una necesidad.

Aclaran que desde el mismo momento en que el sitio se inscribió por la Unesco, existieron recomendaciones para proteger el lugar por las organizaciones que hicieron las evaluaciones.

El vicepresidente del Consejo Nacional de Patrimonio, Nilson Acosta, comentó oportunamente la necesidad de tener en cuenta las posibles afectaciones que podría generar el turismo.

Acosta explicó que desde el 2000 propusieron ampliar en el lugar la capacidad hotelera de las instalaciones ya existentes, pero no crecer en nuevas construcciones.

Sin embargo, dijo, la apertura de la actividad particular por un lado, y el hecho de que en Pinar del Río no existe un polo turístico como tal, comparado con Matanzas (donde está el balneario de Varadero) o en el norte de Holguín, provocó un interés general por Viñales.

De ahí que población de fuera del territorio comenzó a crear facilidades vinculadas al turismo, como servicios gastronómicos y de alojamiento. Por su parte, la directora de la Oficina Técnica de Monumentos del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, Nidia Cabrera, consideró que el crecimiento del pueblo es más en viviendas que demográfico.

Estos datos obligan a las autoridades a tomar medidas pertinentes para regular las acciones en el lugar, pues -concluye la nota- Viñales, para que siga bello, armónico y único, deben salvarlo de cualquier torcerdura.

Dicha preocupación está insertada en las estrategias turísticas de la nación que busca tener un turismo en alza con los equilibrios pertinentes.

(Fuente: Juventud Rebelde)