La Habana, 1 nov (RHC) La línea norteamericana de cruceros Virgin Voyage anunció la inclusión de Cuba como destino para su nuevo crucero Scarlet Lady.
Según declaraciones de su presidente, Tom McAlpin, después de dos años de negociaciones, «ansía ver a Scarlet Lady pasearse frente al Castillo del Morro y acomodarse en la bahía de La Habana».
La embarcación, aún en construcción, tiene prevista su llegada a La Habana en el año 2020. McAlpin anunció que será entonces el navío más grande en atracar en el puerto de la capital cubana.
Ante la noticia, el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, aseguró que esta será una nueva oportunidad para mostrar las riquezas culturales e históricas de Cuba, que permitirá también recibir un turismo de alto estándar en la isla.
Marrero agradeció a los representantes de la compañía el hecho de escoger a La Habana como su primer destino, e invitó a todos los interesados en hacer negocios a llegarse hasta la Isla. Se refirió al bloqueo como una ley injusta que dificulta las relaciones comerciales libres entre los empresarios de ambos países.
«Tenemos mucho que intercambiar, muchos negocios que pudieran beneficiar a ambas partes, y la presencia de Virgin Voyage es un ejemplo de los pasos que se vienen dando, hasta que un día no haya más bloqueo», declaró el Ministro de Turismo de Cuba.
Luego de las flexibilizaciones en las licencias para viajar a Cuba hechas por la administración Obama, el turismo de Estados Unidos demostró el deseo acumulado durante años de visitar la Isla. Solo en el 2017 llegaron 620 mil viajeros estadounidenses.
El flujo se vio seriamente afectado tras la declaración del presidente Donald Trump de su política hacia Cuba en junio del 2017 y la consecuente campaña de desaliento a los ciudadanos norteamericanos de usar a la nación caribeña como destino.
Las acciones de compañías como Virgin Voyage demuestran el constante y creciente interés de las empresas estadounidenses de hacer negocios con Cuba y de sus ciudadanos en visitar la mayor de las Antillas, a pesar de la hostilidad de la actual administración de Washington.
(Granma)