La Paz, 26 ene (PL) Desde 2006 hasta 2017 Bolivia ha consolidado un índice promedio de crecimiento económico del 4,9 por ciento, informó hoy el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Pablo Ramos.
En un boletín de prensa, el titular del BCB destacó la alta tasa de crecimiento económico lograda en el Proceso de Cambio, muy cerca de la tasa potencial estimada para el país suramericano, que es del 5 por ciento, sustentada en los productores del mercado interno, a diferencia de otras épocas, cuando se basaba en las exportaciones.
El consumo de los hogares representó el 2,7 por ciento del crecimiento, y las exportaciones netas, el 1,3. El resto corresponde a los demás elementos de la demanda interna, detalló.
Además, señaló que el crecimiento de la producción agropecuaria nacional se constituyó en el sostén principal del crecimiento y de la estabilidad económica que vive el país.
Esta estabilidad se sustenta, en primer lugar, en una política de estricta regulación de los medios de pago. Es decir, que la cantidad de dinero aumenta en lo estrictamente necesario para posibilitar el crecimiento de la producción orientada al abastecimiento del mercado interno, explicó.
Igualmente, consideró que la política cambiaria permitió controlar la inflación importada y evitó sus efectos negativos sobre el nivel de precios internos.
Por último, dijo que en 2009 se tuvo una tasa de inflación de apenas 0,3 por ciento y el año pasado 1,51 por ciento, la segunda más baja del continente, solamente por detrás de Ecuador. En otras palabras, se controló la inflación y los problemas devaluatorios, por lo que la estabilidad monetaria y cambiaria fueron factores fundamentales para el crecimiento económico, concluyó.
El consumo de los hogares representó el 2,7 por ciento del crecimiento, y las exportaciones netas, el 1,3. El resto corresponde a los demás elementos de la demanda interna, detalló.
Además, señaló que el crecimiento de la producción agropecuaria nacional se constituyó en el sostén principal del crecimiento y de la estabilidad económica que vive el país.
Esta estabilidad se sustenta, en primer lugar, en una política de estricta regulación de los medios de pago. Es decir, que la cantidad de dinero aumenta en lo estrictamente necesario para posibilitar el crecimiento de la producción orientada al abastecimiento del mercado interno, explicó.
Igualmente, consideró que la política cambiaria permitió controlar la inflación importada y evitó sus efectos negativos sobre el nivel de precios internos.
Por último, dijo que en 2009 se tuvo una tasa de inflación de apenas 0,3 por ciento y el año pasado 1,51 por ciento, la segunda más baja del continente, solamente por detrás de Ecuador. En otras palabras, se controló la inflación y los problemas devaluatorios, por lo que la estabilidad monetaria y cambiaria fueron factores fundamentales para el crecimiento económico, concluyó.