Buenos Aires, 15 ago (RHC) Caída de salarios, mega devaluación, comercios cerrados a la espera de un dólar estable, el presidente argentino Mauricio Macri afronta hoy una de sus peores etapas, a cuatro meses de terminar su gestión.
En apenas una semana, el Macri que señalaba con optimismo que todo estaba mejorando y ratificaba que el 'cambio' -en referencia a su coalición política- era lo mejor, comenta Prensa Latina
El mismo que el día de las primarias del domingo apuntó que estas elecciones definirían los próximos 30 años, sortea en estos días uno de los momentos más tensos y complicados de su Gobierno.
Mientras especialistas señalan que no encuentra el rumbo, el gobernante intenta a contrapelo de todo para detener la corrida cambiaria que tiene en tensión desde hace tres días a este país, tras el estallido del billete verde que una vez más hunde la moneda argentina.
Ayer pidió disculpas en un mensaje a la nación por las declaraciones que brindó el lunes, un día después de recibir un golpetazo electoral que le complica cada vez más su reelección, y que culpara a la propuesta popular que encabezan Alberto y Cristina Fernández, hoy sus principales rivales.
Además, anunció un paliativo de medidas que incluye el congelamiento de las tarifas de los combustibles por 90 días, un incremento del salario mínimo y aumento de algunos planes sociales, pero con cifras que, aunque alivian algo, quedan muy por debajo del impacto que ha sufrido el peso.
De acuerdo con especialistas, la devaluación de la moneda nacional tiene un impacto negativo mucho más profundo que el paquete de medidas de contención que propuso el mandatario, quien trata de mover lo más que pueda el timonel para que el barco no se hunda.
En la Argentina de esta primera quincena de agosto, sin esquema de precios en todos los sectores, hoy en proceso de ajuste y a la espera de que el mercado mejore, realmente el efecto de lo que sucede en el país ya se siente, pero se sentirá peor desde la semana que viene con subidas en casi todos los servicios.
El propio Macri incluso ayer llamó por teléfono a su principal rival en las urnas para tratar de calmar las aguas en los mercados y el propio presidente señaló en un mensaje que el aspirante presidencial por el Frente de Todos expresó su deseo de colaborar.
'Se mostró con la vocación de intentar llevar tranquilidad a los mercados respecto a los riesgos de una eventual alternancia en el poder y quedamos en mantener una línea abierta directa entre los dos', sostuvo en un mensaje.
El propio Fernández ratificó que está dispuesto a ayudar en todo lo que pueda, pero advirtió que el primer mandatario es Macri y la solución está en sus manos.
Hoy será otro día clave para saber si tras la ardua jornada de ayer los mercados se estabilizan y mientras desde el Gobierno sacan cuentas una y otra vez y toman medidas, los ministros de Producción, Dante Sica, y de Transporte, Guillermo Dietrich confían en que el dólar se calme hacia el fin de semana.
(Prensa Latina)