Por Roberto Salomón
La Habana, 29 dic (PL) La agroindustria azucarera cubana ratificó en 2019 su carácter estratégico, al fortalecer la diversificación de sus producciones y su encadenamiento con otras ramas del país.
Más que en el azúcar, hoy el mayor potencial y prioridad de la agroindustria está en la obtención de derivados, como energía, alimento animal y alcoholes, al decir del vicepresidente primero del Grupo Azucarero Azcuba, Noel Casaña.
Por ejemplo, según directivos de Azcuba, la bioeléctrica del central Ciro Redondo (unos 450 kilómetros al Este de La Habana), próxima a entrar en operaciones, aportará la mitad de las necesidades de electricidad de la provincia de Ciego de Ávila, donde está situada.
Esta instalación, una empresa mixta con capital foráneo, utilizará biomasa como materia prima para generar energía eléctrica fundamentalmente bagazo de caña de azúcar, y también el marabú, una planta invasora.
Asimismo, la reciente inauguración de la empresa mixta cubano-española Alficsa Plus S.A. la mayor destilería del país, ubicada en el centro-sur de la isla, representa la posibilidad de incrementar la producción y calidad de los alcoholes finos y su encadenamiento con la industria nacional de bebidas y la exportación.
El comunicador de Azcuba, Liobel Pérez, explicó a Prensa Latina que los desechos del proceso productivo en esa fábrica servirán para la recuperación de gas carbónico, obtener levadura torula (alimento animal con elevado contenido proteico) y otros nutrientes empleados en la ceba porcina.
Igualmente podrán utilizarse en el fertirriego de las áreas (uso de los residuales o efluentes como abono orgánico).
Un hecho trascendente lo constituyó la realización, a finales de junio, del XV Congreso Internacional Sobre Azúcar y Derivados (Diversificación 2019), el cual contó con la participación de unos 300 especialistas de 21 naciones, entre ellas Francia, España, Italia, Alemania, India y México.
El cónclave comprendió el debate de más de 200 ponencias sobre los aspectos más relevantes de esta agroindustria, la realización de un foro de negocios y una feria comercial, donde se presentaron la cartera de oportunidades para inversiones en 2019-20 y el programa de construcción de 19 bioeléctricas en el país.
La importancia del sector quedó también evidenciada con la celebración de dos talleres científico-técnicos, en septiembre y noviembre, organizados por la Sociedad Económica de Amigos del País, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y diversas organizaciones.
Según directivos y especialistas, los tres eventos contribuyeron al conocimiento del lugar que ocupa el azúcar en la cultura, la sociedad y el encadenamiento productivo del país, y de la importancia para éste de contar con una agroindustria diversificada, eficiente y flexible.
En reiteradas ocasiones en el año, representantes de la alta dirección del gobierno y del Partido Comunista de Cuba, señalaron la necesidad de cumplir los planes de siembra de caña y de producción de azúcar y derivados, para garantizar los crecimientos en este rubro y de ingresos por su exportación.
En la presente campaña 2019/20, que comenzó en la segunda quincena de noviembre, participan 44 ingenios, los cuales tendrán la tarea conjuntamente de superar la producción de la precedente, pese al recrudecimiento sin precedentes de las restricciones que entraña el bloqueo de Estados Unidos.
En medio de una difícil coyuntura económica y asediada por nuevas sanciones de Washington, Cuba se propone incrementar los ingresos por exportaciones y sustituir importaciones para potenciar la producción del sector cañero-azucarero, fuente de alimentos, energía, tableros, sorbitol, alcoholes y otros derivados.