Por: Maritza Gutierrez
Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación, es el nuevo y cuarto informe de la Cepal publicado este 2 de julio, donde se afirma que “La crisis económica generada por la enfermedad del coronavirus (COVID-19) tiene un impacto importante en los países de América Latina y el Caribe y golpea una estructura productiva y empresarial con debilidades que se han originado a lo largo de décadas.
El informe se refiere a temas tan importantes como las insuficientes medidas adoptadas en la región para proteger a las pequeñas y medianas empresas Cómo se puede ver este cambio?
La Cepal presenta un análisis detallado de cómo la industria en su conjunto sufre un impacto significativo; sin embargo, para una parte importante de los sectores intensivos en tecnología y de los intensivos en mano de obra (textiles) la situación es aún peor . En particular, el 92% de las ramas industriales de mayor contenido tecnológico están enfrentando una crisis que puede ser considerada entre fuerte y significativa.
En el Brasil, la producción industrial cayó un 8,2%. Sin embargo, la caída ha sido mucho más acentuada en los sectores de autos y autopartes. En México, en cambio, la actividad de la industria manufacturera se redujo un 10,9% en los primeros cuatros meses del año y los sectores más afectados han sido los de cuero y calzado (-29,5%) y equipo de transporte. En la Argentina, la producción industrial disminuyó un 13,5%. En Colombia la caída fue de un 7,7% para el total de la industria y los peores resultados se dieron en los sectores de cuero y calzado (-37,8%) y autos y autopartes (-36,9%). Aún más grave es la situación en el Perú, donde la producción industrial se redujo un 21,4% en el primer cuatrimestre y la fabricación de bienes de capital disminuyó un 47,9%.
Una vez terminada la crisis sanitaria, las empresas se encontrarán en un contexto de recesión.
En su informe, la Cepal afirma que, debido a que las ventas en gran parte de las actividades probablemente se recuperarán lentamente, la necesidad de liquidez podría extenderse y el cobro de las deudas contraídas en el momento de la crisis sanitaria podría inviabilizar las operaciones.
Por esta razón, el plazo y la modalidad de pago de los créditos y las obligaciones postergadas son cruciales para que las empresas sigan operando.
En este nuevo informe, la Cepal prevee que las perspectivas actuales no avalan la idea de que unos dos años sea un plazo suficiente para generar el flujo de utilidades necesario para afrontar esos compromisos.
La organización regional aboga por una estructura productiva más inclusiva y efectiva, e insiste en que , ya en la etapa de reactivación, es necesario poner en marcha acciones para superar las debilidades estructurales de las economías de la región.
En este sentido propone una estrategia de gran impulso a la sostenibilidad que permitiría establecer una hoja de ruta con medidas para construir un nuevo modelo de desarrollo con igualdad y sostenibilidad.
Es por ello que el regreso a la actividad y la reactivación de la economía deberán producir cambios importantes en las empresas y la organización de las cadenas productivas.